Cuatro leones africanos, una serpiente pitón, dos primates, un cocodrilo y un ligre (híbrido entre león y tigre) fueron algunos de los doce animales que el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de la Guardia Civil de Badajoz intervino durante las inspecciones que realizó a lo largo del 2003 en los circos que visitaron en la provincia. Como resultado de estas actuaciones, el Seprona formuló cinco denuncias, todas ellas por deficiencias en la documentación de especies protegidas, según ha informado la Guardia Civil.

Se da la circunstancia de que todos los animales intervenidos tuvieron que permanecer en poder de sus propietarios y a disposición de la autoridad competente, ya que no existe ningún centro adecuado donde estas especies pudieran quedar depositadas con la garantía suficiente de que estarían bien cuidadas.

Según la información recabada por EL PERIODICO, en la región sólo hay un centro en Sierra de Fuentes, pero se dedica a la recuperación de animales autóctonos, no a especies exóticas. La Guardia Civil señaló que este problema no existe en otras comunidades, donde funcionan zoológicos en los que estos animales pueden permanecer.

DIEZ INSPECCIONES El Seprona realizó a lo largo del año un total de diez inspecciones a distintos circos, a veces de la misma empresa, con el objetivo de controlar el tráfico internacional de especies de la fauna silvestre, una actuación que también realiza en las exposiciones de animales exóticos.

En la inspección de los circos, los agentes realizan dos controles. En primer lugar comprueban las condiciones higiénico-sanitarias de los animales. El representante del circo debe tener en su poder la documentación del núcleo zoológico, para poder controlar posibles transmisiones de enfermedades entre animales, ya que estos ejemplares son transportados de un lugar a otro, incluso entre países.

LA DOCUMENTACION EN REGLA Al mismo tiempo, el Seprona vigila que los dueños estén en posesión de la documentación que debe amparar a cada animal, sobre todo los que tienen algún grado de protección y que están recogidas en el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la Fauna y Flora, conocido como Cites.

El Seprona realizó inspecciones a distintos circos, de las que resultaron las cinco denuncias mencionadas, que afectaron a dos o tres empresas. Las demandas más usuales se deben a la carencia o deficiencias en la documentación que sostiene la posesión de los animales, pues se intenta evitar que las especies más protegidas sean cazadas en su hábitat natural para después ser exhibidas en actuaciones o exposiciones. Sin embargo, cada vez hay más animales que nacen en cautividad y se utilizan para estos fines.

La Guardia Civil reconoció que han disminuido la irregularidades observadas por los agentes en este tipo de inspecciones, debido a que cada vez existe más concienciación sobre la preservación de especies en peligro de extinción. De hecho, el circo que acaba visitar Badajoz fue inspeccionado y no se encontró ninguna irregularidad.