Vemos muy bien estas operaciones de la Guardia Civil o de la Policía Nacional, porque nos sentimos más seguros; deberían ser más frecuentes», manifestaron vecinos de fueron testigos de la operación contra el tráfico de droga llevada a cabo la madrugada de ayer por la Guardia Civil, con apoyo de la policía.

Unidades de la Guardia Civil, adscritas a la Comandancia de Badajoz, desarrollaron una operación en tres barriadas de la capital pacense: El Casco Antiguo, Dehesilla de Calamón y Las Vaguadas, donde realizaron tres registros domiciliarios y en total detuvieron a cinco personas.

El dispositivo de Badajoz se efectuó de forma paralela a otro desarrollado en la población pacense de La Garrovilla, donde se realizó uno de los registros, según confirmaron fuentes de la Comandancia pacense, si bien señalaron que las investigaciones continuaban abiertas al cierre de esta edición.

Según varios testimonios, la operación se inició alrededor de las 6.30 horas de ayer y se centro, en buena parte, en la calle Bravo Murillo, «que vi cómo la cerraban agentes de la Guardia Con material antidisturbio», explicó un residente que no quiere que aparezca su nombre para no ser identificado. «Ten en cuenta que nosotros convivimos con el problema y tenemos hijos», añadió.

Parece que el operativo llegó también a las calles Benegas y Concepción, efectuando al menos un registro en Bravo Murillo, y que llegó a la calle Campillo, lo que no ha sido confirmado.

El presidente de la Asociación del Casco Antiguo afirmó ayer que «ver, no vi nada; de madrugada sentimos un ruido extraño, pero lo achacamos a la algarabía de gente que estaba de copas».

Así mismo, miembros de la Plataforma SOS Casco Antiguo indicaron que al salir de sus casas se encontraron con el operativo de la Guardia Civil en la calle Bravo Murillo, «con los agentes armados con material antidisturbios, cascos y pasamontañas, que disolvieron a los curiosos que se fueron acumulando para ver la actuación; algunos eran viejos conocidos, aguadores, y les dijeron que se marcharan».

Esta asociación denuncia que «la situación es invivible, sobre todo por los hijos pequeños, que tienen que ver cosas que no deberían ver»,

«Esta operación y otras que vinieran son bienvenidas en el barrio; todo lo que sea devolverle la sanidad es bueno. La situación es complicada, porque nosotros vivimos al lado del mal, por eso, todo lo que sea mejorar el entorno de nuestros hijos nos parece bien», manifestó.

Esta misma persona añadió que «hace tiempo que no se actuaba y si los que se saltan la ley ven que no les pasa nada, se sienten más cómodos y con más comodidad, más impunidad».

La Plataforma SOS Casco Antiguo denuncia que la situación ha pasado de «que hubiera 17 puntos de ventas de droga en el barrio hace 10 años, a 42 en la actualidad, una barbaridad».

Otro vecino contó que enfrente de su casa «hay dos puntos de venta», y otro de su misma comunidad dijo que «me estoy planteando marcharme del barrio, porque esto no es vida».

Varios de los testigos insistieron en que «deben hacerse más operaciones de este tipo, necesitamos que se hagan más».