La Asociación de Vecinos del Gurugú ha solicitado al ayuntamiento la cesión de las instalaciones y la parcela que ocupaba la antigua guardería de Santa Engracia, junto a Los Colorines, para poner en marcha una escuela taller dirigida a jóvenes. La idea del colectivo, según indicó ayer su presidente, Ricardo Cabezas, es que los alumnos se encarguen de rehabilitar el edificio mientras se forman, para después crear un vivero de plantas ornamentales y constituir una cooperativa con la que generar puestos de trabajo.

En la escuela taller --para la que solicitarían una subvención a la Junta-- se impartirían clases de albañilería, pintura, forja o electricidad, es decir, los oficios necesarios para afrontar el arreglo de las instalaciones, ahora sin uso y abandonadas. El colectivo estima que se podría formar a 45 jóvenes, además de propiciar posteriormente la inserción laboral de otros con la puesta en marcha del vivero de plantas.

Cabezas señaló que el pasado mes de octubre presentaron su propuesta al concejal de Urbanismo y delegado de la Margen Derecha, Celestino Rodolfo, y que hasta la fecha solo han obtenido como respuesta que "lo estaban estudiando en la Concejalía de Patrimonio". El presidente vecinal recordó que ésta no es la primera vez que trasladan al equipo de gobierno su proyecto, pues ya en la pasada legislatura pidieron a la anterior concejala de Urbanismo, Cristina Herrera, que les cediera estas instalaciones, pero su petición obtuvo la misma contestación.

El representante vecinal lamentó la demora del ayuntamiento en responder a su petición. "El silencio administrativo es peor, porque si nos dicen que no es posible, podemos tirar por otro lado, pero Patrimonio ya lleva cuatro años estudiándolo, creo que ya ha habido tiempo".

BASURA Y BICHOS Las instalaciones de la antigua escuela de educación Infantil --que posteriormente fueron sede de la Escuela Taller Río Guadiana-- están actualmente destrozadas. "Han robado hasta las tejas", puso como ejemplo Cabezas. El inmueble, sin puertas ni ventanas, sirve de cobijo a toxicómanos y la parcela está llena de matojos y basura sobre la que anidan toda clase de bichos.