Un recluso del centro penitenciario de Badajoz fue hallado muerto la mañana de ayer en su celda. Se trata de J. Vargas Suero, de 38 años, natural de Almendralejo, que cumplía condena por un delito contra la propiedad desde el año 2003. Según fuentes penitenciarias, la causa del fallecimiento fue una sobredosis de estupefacientes, a tenor de lo que comentó después el compañero de celda.

Fue un funcionario del centro quien encontró el cadáver al realizar el recuento de presos de las ocho de la mañana y quien dio la voz de alarma que movilizó a la policía judicial, a los médicos y al juez, que acudieron a levantar el cadáver hacia las 10.00 horas. Después se procedió a trasladar el cuerpo al Servicio de Necropsia del Hospital Infanta Cristina, quedando a disposición de los forenses para practicarle la autopsia.

J. Vargas estaba recluido en una celda del módulo 1 y, según las citadas fuentes, era conocido como consumidor habitual de drogas. El interno que compartía celda con él manifestó a la policía y a los funcionarios que había ingerido, probablemente, heroína y pastillas. Los responsables del centro comunicaron enseguida el suceso a la familia del fallecido.

Fuentes sindicales señalaron a este diario que este tipo de sucesos ocurren de vez de en cuando y que no hay medios para ejercer un control que permita garantizar la seguridad de los reclusos al cien al cien.