Solo se sabe que se llamaba Luis, que tenía 44 años (nació en 1963), que llevaba dos días en Badajoz, donde había llegado procedente al parecer de Huelva y que vivía en la indigencia. Su cuerpo sin vida fue encontrado en una vivienda de la calle Bravo Murillo, en el Casco Antiguo de Badajoz, y todo indica que fue por muerte natural, aunque la Policía Nacional, que se ha hecho cargo del caso, se negó ayer a ofrecer ninguna información.

La vivienda donde hallaron el cadáver se encuentra en el número 20 de la citada calle, en la esquina con Lorenzo Sepúlveda. Se trata de un inmueble de tres plantas en cuya fachada cuelga el cartel de un estudio de arquitectos que indica que está en proyecto de rehabilitación. Desde hace 6 meses vive aquí Antonio, un joven que fue el que halló el cuerpo de Luis. Llevaba viéndolo desde hacía dos días por esta casa. Sabía poco de él, ni siquiera que estuviese enfermo pues no le dijo que se encontrase mal. La última vez que hablaron fue la tarde del día anterior. Ayer Antonio fue al comedor social de Martín Cansado y al volver, comprobó que Luis seguía en el colchón donde se acostó, estaba blanco y con los labios morados. Había fallecido. Avisó a la Policía Local, que acudió en primer lugar y, posteriormente, la Policía Nacional. Parece ser que llevaba muerto doce horas.

Antonio se lamenta de que en el último mes ha empezado a llegar otro tipo de gente a la vivienda. Los vecinos de las casas de al lado se quejan de que sirve de fumadero, se acercan muchos drogadictos y hay peleas.