El arte culinario perdura en la cultura mucho más tiempo que otras artes como la música o la literatura. Los sabores penetran con mayor intensidad que otros sentidos en el pueblo y esto ha permitido que la herencia árabe culinaria haya llegado, en algunos casos inalterada, hasta nuestros días a través de la cocina.

"La conservación de las aceitunas, sus distintos aliños, según sus variedades, la forma de endulzarlas y prepararlas, machadas, sajadas, o en salmuera, que preparamos en Andalucía o Extremadura es exactamente igual que hacían los árabes en Al-Andalus", según explicó ayer Ana María Cabo González, doctora en Filología Arabe y profesora de Estudios Arabes en la Universidad de Sevilla.

Esta especialista en cultura árabe cerró ayer el ciclo de conferencias organizado por la Asociación de Amigos de Badajoz, en el marco de la fiesta pacense de Al-Mossassa, que rememora los orígenes árabes de Badajoz, con una conferencia titulada La conservación de los alimentos en la cocina de Al-Andalus .

La elaboración de las mermeladas y compotas de fruta, el secado de carnes y pescados, el curado en salazón, y los encurtidos se repiten de la misma forma al cabo de los siglos, tal y como nuestros antepasados andalusíes conservaban de forma natural los alimentos.

"El vinagre, la miel, el azúcar, la sal, y las especias eran fundamentales en la cocina de Al-Andalus para conservar los alimentos, de la misma forma que se mantiene en nuestra cocina", según Ana María Cabo.

Sin embargo, el escabechado de carnes y pescados, base de numerosos platos típicos actuales de algunos puntos de Extremadura, era un sistema heredado por los árabes de fenicios y griegos, del área mediterránea.

Esta experta en cultura árabe reconoció que "si estudiásemos detenidamente cada uno de nuestros platos nos sorprendería descubrir raíces árabes en la mayoría de ellos, sobre todo ahora que se aprecia en nuestra sociedad un deseo por rememorar y recuperar las raíces de la cocina de Al-Andalus".

En su opinión, la cocina árabe era rica, aunque ahora se tienen unos conocimientos mayores, pero "la riqueza culinaria de España se la debemos a la cultura árabe, porque la cocina preislámica era bastante pobre", según recordó Ana María Cabo en su conferencia.