Desde hace 15 años la imagen de la Virgen de la Soledad se traslada a la catedral cada mes de septiembre para celebrar un novenario en su honor, coincidiendo con su festividad, el 15 de este mes. Hasta ahora era llevada en procesión a la ida y a la vuelta, pero este año la junta de gobierno de la hermandad ha decidido realizar solo el desfile de regreso con el objetivo de «realzar» el día de la patrona de Badajoz, pues, frente a las miles de personas que la acompañan todos los Jueves y Viernes Santos, en su festividad son pocos los fieles que la arropan en su recorrido por las calles del centro.

Así, el pasado día 5, la imagen se trasladó a la catedral en una furgoneta, «con toda la delicadeza» y acompañada por miembros de la hermandad y sus camareras, según explicó el hermano mayor, José Blanco Rastrollo, y será el próximo 15 de septiembre cuando regrese a su ermita en procesión. Se engalarán las calles del recorrido con banderas de la hermandad y, por primera vez, dos agrupaciones la acompañarán: la Banda Municipal de Música de Badajoz y la Banda del Resucitado. Un grupo de niños arrojará pétalos de flores y romero a su paso por la plaza de España, la calle del Obispo, la plaza Minayo, Vasco Núñez y Francisco Pizarro hasta llegar a su templo en la plaza de la Soledad.

El hermano mayor aseguró que esta decisión se ha tomado «por el amor y devoción» que tienen a la Virgen, pues les apenaba que la patrona de Badajoz no recibiera en su festividad el «cariño» multitudianario de los pacenses. «Sabemos que es imposible llegar a la gente que la acompaña los Jueves y Viernes Santos, pero confiamos en que con esta decisión le demos mayor notoriedad y sea más numeroso el público que acuda a la procesión y a la ermita», apuntó.

«Esperamos que este cambio sea positivo y habrá que ver qué pasa en los próximos cuatro o cinco años para valorarlo», añadió el hermano mayor, quien recordó que la novena en honor a la Virgen de la Soledad se trasladó a la catedral para dar cabida a la cantidad de fieles que asistían, puesto que en su ermita, con capacidad para unas 250 personas, no había espacio suficiente para albergarlos.

El poco público que arropa a la patrona de Badajoz en su festividad contrasta con el hecho de que a diario sean «cientos» las personas que acuden a su ermita a rezar o llevarle flores. Que no sea fiesta local, aunque sí eclesiástica, influye, pero los hermanos también entonan el mea culpa y por eso ahora quieren potenciar la procesión del día 15.

La novena en la catedral se celebra a las 19.30 horas, pero también en la ermita, a las nueve y a la una de la tarde.