Un hombre de 35 años perdió ayer la vida cuando circulaba por uno de los caminos cercanos a la ermita de Bótoa, que conduce a las viviendas denominadas del COI. Al parecer, el hombre, que trabajaba como panadero, venía de repartir el pan entre las familias que viven por la zona y debió de perder el control del vehículo. El fallecido no llevaba puesto el cinturón de seguridad, circunstancia que tal vez provocó que el golpe fuese mortal.

El accidente de tráfico ocurrió a las 18.30 horas, según informó a este diario la Guardia Civil. El fallecido circulaba en una furgoneta, una Nissan Vanette, que se salió de la pista por la que iba volcando hacia un lado posteriormente, quedando en el carril contrario a su sentido de circulación, provocando la muerte al conductor.

El vehículo transitaba por la pista de tierra que conduce al Tiro Olímpico, y une la carretera Ex-110 con la Ex-100, que va a Cáceres, a unos cuatro kilómetros de distancia de la ermita. La Guardia Civil no pudo informar sobre las causas del accidente, pues aparentemente la furgoneta no debería ir a mucha velocidad, ya que el estado del camino no lo permite. En el momento del percance, la víctima viajaba sola en el vehículo.

Además de la Guardia Civil, al lugar del accidente acudieron agentes del servicio municipal de bomberos de Badajoz, que fueron avisados porque hubo que excarcelar el cuerpo, que se encontraba atrapado en el vehículo, y que tuvo que ser liberado por la parte de atrás de la furgoneta. Cuando los bomberos llegaron, un médico que estaba allí presente ya había certificado la muerte.