Un hombre de 76 años, Santiago N. L., y su hijo P. J. N. M., de 12, resultaron con quemaduras de diversa consideración en un incendio que devoró su vivienda y sus enseres en pocos minutos, en el número 82 de la calle Serrano, en San Roque. El niño sufrió quemaduras de segundo grado por diversas partes del cuerpo y permanecía ayer ingresado en la UCI del Materno Infantil estable y consciente, según confirmó el SES.

El padre presentaba quemaduras de primer y segundo grado en las manos y en la cara, producidas por intentar apagar mientras llegaban los bomberos, según explicaron sus vecinos, y fue trasladado en ambulancia al Hospital Infanta Cristina, donde se evaluó su posible trasladado a Cáceres, pero finalmente fue dado de alta.

Varios testigos manifestaron a EL PERIODICO que padre e hijo salieron conscientes y que el primero les contó lo ocurrido, como luego a los bomberos, una vez sofocado el fuego, en el hospital, según el jefe del Servicio de Incendios, Fernando Bermejo.

El fuego se inició hacia las siete de la mañana --los bomberos recibieron la llamada a las 7.20--, y surgió junto a la mesa de una sala de estar que da a la calle y en la que padre e hijo dormían. Según Bermejo, había un brasero dentro de la camilla y una estufa fuera, conectados, por lo que se cree que podrían ser el origen del siniestro.

SACAR A SU HIJO Ana María Gómez, una vecina, explicó que vio al padre "sacar a su hijo mientras ardía la casa"; "estaban dormidos y Santi se despertó, vio el fuego y tiró del niño; dijo que no sabía cómo se había producido, que podía ser un cortocircuito". Un hijo de esta mujer afirmó que "tuvieron que esperar casi media hora hasta que llegó el primer coche oficial, de la policía local, después llegaron los bomberos y las ambulancias".

Otra mujer, Primitiva Díaz, manifestó que ella recogió "al niño y lo metí en mi casa hasta que llegó la ambulancia", luego mi hijo avisó a los bomberos y otros vecinos al 112".

También recordó que "yo le pregunté a Santi si no se había dado cuenta y dijo que cuando se dio cuenta estaba todo ardiendo y cogí al niño". Otros vecinos fueron a avisar a otro hijo mayor de Santiago N. L., que vive en el barrio, cuando ya se habían ido las ambulancias.

Fue la policía local de San Roque la primera en acudir al lugar del siniestro y la que explicó que los médicos aún valoraban si trasladar al hombre a Cáceres, así como que padre e hijo iban conscientes.

Fernando Bermejo contó después cómo Santiago N. L. les explicó en el hospital lo ocurrido. "Nos dijo que estaban los dos dormidos en la cama y al ver el fuego avisó a su hijo, pero cuando se puso de pie para salir el humo era ya muy espeso y no tenían visión. Llegaron como pudieron a la puerta y cuando consiguió abrirla, al entrar aire de la calle se inflamaron los gases del humo y fue lo que les produjo las quemaduras".

El jefe de los bomberos explicó que "es así como se extiende el fuego, los gases que contiene el humo se inflaman y se propaga el incendio". Asimismo, afirmó que se desplazaron hasta el lugar 10 bomberos, todos los que había, con cuatro vehículos autobombas y un coche, y tardaron 40 minutos en sofocar el fuego, aunque se quedó un retén de vigilancia para evitar que se reavivara.