No hay fiesta en la que no se produzca un conflicto previo por el horario de apertura de los establecimientos hosteleros. Ocurrió en la última edición de La Noche en Blanco y vuelve a suceder en la que se celebra este sábado, 2 de septiembre, y que este año ha reducido el horario de las actividades programadas una hora, hasta las tres de la madrugada, precisamente para intentar conciliar la diversión con el derecho al descanso de los vecinos del Casco Antiguo. La Confederación de Empresarios de Turismo de Extremadura (Cetex), en defensa de los intereses de los negocios de hostelería a los que representa, ha solicitado a la Junta de Extremadura que autorice una ampliación de dos horas más, en función de la licencia de cada establecimiento. Pero la Asociación contra el Ruido Espantaperros ha hecho llegar al Ayuntamiento de Badajoz un escrito pidiendo medidas para minimizar las molestias durante la celebración de esta fiesta, entre ellas, «que no se amplíen los horarios de cierre a los bares, como ha ocurrido en años anteriores, algo que a nuestro juicio contraviene las leyes».

La autorización de ampliación horaria depende de la Junta, no del ayuntamiento. Cetex remitió la solicitud a la administración autonómica hace dos semanas y ayer todavía no había recibido la resolución. Su gerente, Antonio Martínez, confió en que llegue hoy o mañana. Lo cierto es que los plazos siempre se apuran, para nerviosismo de los hosteleros, que hasta el último momento están a la espera de saber hasta qué hora podrán abrir excepcionalmente. Pero antes de tomar una decisión, la Junta traslada la información al ayuntamiento, como ha hecho, y ayer no había recibido aún respuesta. La postura que el ayuntamiento trasladó a este diario es que «no se opone» a la petición de Cetex, pero es la Junta la que decide.

En la última edición de La Noche en Blanco, se autorizó abrir los bares hasta las 4 de la mañana, que era el horario de las actividades programadas por el ayuntamiento, como el año anterior. En aquella ocasión el gobierno local dejó en manos del regional la decisión pero defendió que el horario no fuese más amplio que el de las actividades. En la edición del 2016 el conflicto surgió porque la Junta no dio a conocer la decisión hasta el día antes de le celebración, lo que provocó la protesta de los dueños de los bares, que amenazaron incluso con no abrir.

Pero cada vez que se anuncia una fiesta el conflicto resurge. En la última edición de Al-Mossassa, Cetex solicitó dos horas más, como ahora, pero la Junta Local de Seguridad pidió que fuese sólo media hora.

El gerente de Cetex aduce que si se reduce el horario, «esto va a convertirse en la tarde en blanco» y argumenta que lo sensato es que los bares permanezcan abiertos un tiempo cuando las actividades cesen, para que el público pueda cenar o tomarse una copa. Espantaperros recuerda que el Casco Antiguo está declarado como Zona Saturada de Ruidos y pide al ayuntamiento que no se programen actividades ruidosas en La Noche en Blanco, que los bares que colaboran tengan el mismo horario de cierre que el resto y que haya presencia policial «permanente y efectiva».