El nacimiento de un niño en el Materno Infantil se considera un acto social al que no quiere faltar ningún familiar, ni vecinos ni compañeros de trabajo de la parturienta, con lo que este hospital se convertía hasta ahora, y sobre todo los fines de semana, en un trasiego incesante de gente en pasillos, ascensores y habitaciones. Pero esta costumbre está cambiando, obligatoriamente, porque tanto en el Materno como en el Perpetuo Socorro han empezado a implantarse unas normas de visita que persiguen que los pacientes disfruten de la tranquilidad que su estado requiere, como se está haciendo en el hospital Infanta Cristina desde el 2006, aunque en el caso de maternidad serán menos estrictos "y tendremos un poco más de sensibilidad ampliando algo más el horario", según explicó a este diario el director de Régimen Económico y Presupuestos del Area de Salud de Badajoz, Manuel Domínguez.

Ya están dando pases para poder acceder y están controlando las entradas, paulatinamente. Ahora están siendo un tanto permisivos con las visitas porque se entiende que debe haber un periodo informativo. Dentro de un mes, aproximadamente, las nuevas normas entrarán plenamente en vigor.

Como regla general, el horario de visita a pacientes hospitalizados es desde las cuatro a las ocho de la tarde. La entrada principal del Perpetuo se cierra entre las once de la noche y las siete de la mañana y no se puede permanecer allí en este intervalo. Esta norma no se aplica en el Materno, donde la puerta principal no se cierra, pero desde las once no se puede subir a las plantas.

Para acceder a estos dos hospitales es indispensable presentar el pase de visita que se obtiene en Admisión cuando el paciente es ingresado. Se dan dos pases por enfermo y si se requiere permanencia, uno permitirá que haya un acompañante durante todo el día. Es el caso de la madre o padre de un niño hospitalizado, que podrá estar permanentemente con su hijo (uno u otro) independientemente de su gravedad. El sistema será el mismo en el Perpetuo que en el Materno, solo que en este último centro se será algo más flexible con las visitas a las parturientas y esta excepcionalidad constará en los pases de los familiares.

Manuel Domínguez explicó que la experiencia en el Infanta "ha sido muy positiva" porque "los profesionales, los pacientes y sus familiares están encantados, hay mucho más orden en el hospital". El objetivo es transmitir "el sentido de orden, porque en un hospital no se puede llegar a las dos de la mañana para ver a un paciente, pues alteramos toda la planta".

En el Infanta acabaron colocando tornos para controlar las entradas y salidas de los visitantes. Pero en el Perpetuo y en el Materno, en principio, no se van a instalar sino que el control lo hará el personal. El motivo es que las condiciones técnicas del Perpetuo y el Materno Infantil son diferentes, porque carecen de hall como el Infanta y además existen muchos servicios no sanitarios. Si se restringe un acceso con un torno y entran usuarios sin pase "da la sensación de poca seriedad".

MALESTAR Por ejemplo, la Dirección de Salud está en la sexta planta del Perpetuo Socorro, el celador que controla la entrada debe dejar pasar a quienes vayan a este servicio aunque no tengan pase y eso provocará las quejas de las visitas de pacientes hospitalizados. Para evitar este posible malestar, en principio no se instalarán los tornos, aunque Manuel Domínguez no descarta que al final se coloquen "si falla el medio humano". Habrá vigilantes de seguridad para reforzar los accesos y comprobar las visitas que hay en las plantas.

El director de Gestión apuntó que desde que se instauró este régimen en el Infanta, aunque hay reclamaciones de los usuarios, los resultados positivos demuestran que hay que exportarlo a los demás hospitales. "Antes --defendió-- estaba abierto las 24 horas del día y había gente que dormía en el hall, hoy ya eso no se produce y el trabajo de los profesionales es mucho más ordenado y tranquilo, el deterioro de las instalaciones es menor y sobre todo, el paciente está mucho más tranquilo".