TLtas ilusiones, en realidad, no sirven para vivir aunque hay ilusos que se apuntan a lo de que de ilusión también se vive. Lo que ocurre es que son muy socorridas y pueden echar una mano a episodios ásperos, sobre todo si careces de psicólogo o psiquiatra, que son como ilusiones pero cobrando un tanto por consulta. Sirven para disimular el blanco y negro cotidiano y ponerlo de colorines. Badajoz, sin ir más lejos, inaugura y proyecta rotondas haciéndose la ilusión de la modernidad, al lado de esos contenedores rotos, esas calles desnudas y esas plazas ajadas que vuelven a poner el blanco y negro. También puedes usarlas para esconder miserias o disfrazar complejos. Luego te das cuenta de que eran humo, pero mientras duran, dan unos alegrones que no veas. En el fondo, todo el mundo se hace ilusiones de algo, o sea, se miente descaradamente o miente a los demás. Por eso las guerras se hacen la ilusión de ser misiones humanitarias y los sindicatos defienden la decencia haciéndose la ilusión de que nos vamos a tragar que están movilizándose contra el paro y la política económica. Esta semana anduvo un perro grande por Tarragona y la gente --o el propio perro--se hizo la ilusión de que era una leona. Se han pasado tres días dando titulares, saliendo en la prensa y organizando carísimos operativos para matar a un perro. La ilusión nos ha costado una pasta, pero ellos lo han disfrutado muchísimo. Luego hay falsas ilusiones, que son algo así como estafas y pueden llegar a ser estafas superlativas como la de todos esos sinvergüenzas del pp ilusionados con la política mientras hacían trapicheos. Lo difícil es saber por qué tipo de ilusión se dejó embaucar el presidente Vara cuando publicó en Marca una desafortunadísima misiva dirigida al catalán Laporta bajo el título de querido president . Tal vez creyó que presidir a un millón de extremeños le incluía en el círculo de los poderosos --los de verdad--. Fuera la que fuese, el tal president le arrancó la ilusión de golpe.