La piromanía no es frecuente. Normalmente se echa la culpa a los pirómanos cuando aparecen fuegos y puede que no sea así. Hay intereses creados de cualquier tipo, urbanísticos, de madera... Ahora bien, la piromanía sí es una anormalidad o una perversión de la mente, es un impulso incendiario y poco frecuente, afortunadamente. Son individuos generalmente que presentan un gran menoscabo de su personalidad y tienen tal cantidad de energía destructiva en su conducta que necesitan expresarlo de alguna manera, en este caso, prendiendo fuego. No pueden sustraerse al deseo imperioso de ver quemar algo. Necesitan llamar la atención del resto de sus semejantes, con el fin de ver cumplido su deseo de venganza o de realización de su personalidad. El fuego, como sabemos, es un símbolo mágico y juega un papel importante en el impulso destructivo del pirómano. Todos tenemos en algún momento una cierta complacencia al ver el efecto destructivo del fuego. Los fuegos artificiales, espectáculos artísticos, son en parte válvulas de escape de estas tendencias.