LOS BOMBEROS intervinieron ayer sobre las dos de la tarde en la calle Rivillas, donde un coche que se encontraba parado en un semáforo salió ardiendo. Aunque el incendio resultó aparatoso, ya que el coche quedó calcinado, no hubo daños personales. Los bomberos echaron espuma por toda la calle porque se produjo pérdida de gasolina.