El acusado Luis P. constituyó en Badajoz una empresa para comerciar con material informático. Explicó que pasaba "una racha" cuando Juan D. P. le puso en contacto con Juan D --apellido diferente--. Pero cuando se dio cuenta de lo que hacían lo dejó: "Me decían que se compensaba el IVA, que se limpiaba y se arreglaba".

También afirmó, al responder a la abogada del Estado cuando le preguntó si declaró el IVA en el 2000, que "al final se llevan el dinero los grandes y los demás, ni para comer". Cuando un abogado de la defensa le preguntó porqué dejó de declarar el IVA, dijo que "porque me dediqué a la noche y me lo gastaba en vicio". Cuando le preguntaron si creía que había alguien por encima de Juan D., respondió que "por supuesto".

Tras él declaró Vicente E., que creó la empresa Moan 2001 después de que dos hombres y una mujer le convencieran en su pueblo cordobés de que dejara su taller para ganar dinero. Nunca más los vio. Cobraba un sueldo de 1.500 euros y negó saber que se acusaba a esa empresa de defraudar 13 millones de euros.