La multinacional Indra ha elegido el casco antiguo pacense para instalar su primera factoría de software y para ello ha procedido a adaptar una planta diáfana en el edificio situado en el número 2 de la calle Ramón Albarrán, del Banco Vitalicio, según han confirmado fuentes de la compañía.

Se trata de la primera factoría de software de España y desde la planta pacense se servirán proyectos para el control del tráfico aéreo, sistemas bancarios o empresas de telecomunicaciones.

La misma empresa no ha informado de la inversión prevista en la capital pacense porque ha explicado que se trata de un proyecto en diferentes fases, para cuya puesta en marcha no requiere un gran gasto en el local donde se realiza la actividad, sino que la principal inversión es en personal y formación.

Aunque la factoría abrirá el 25 de junio, según anunció en Mérida el consejero delegado de Indra, Regino Moranchel, no estará a pleno rendimiento hasta enero del 2005, fecha para la que ya se habrán creado los 60 empleos anunciados. La facturación en una primera etapa será de 10 millones de euros anuales.

La empresa también ha informado de que el grueso del personal será seleccionado en Extremadura, con licenciados o titulados de FP en ramas técnicas con y sin experiencia, pero también con personal de Indra que está colocado en otras factorías y que podrá venirse a Badajoz. Las contrataciones se realizarán de forma gradual.