Los profesionales sanitarios del Servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital Infanta Cristina, junto con los de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista, están siendo pioneros a nivel nacional en la aplicación de dos técnicas que permiten sustituir la válvula aórtica del corazón a través de pequeñas incisiones y sin necesidad de parar este órgano, como ocurre en la cirugía con circulación extracorpórea.

La sustitución de una válvula aórtica dañada por una prótesis denominada válvula artificial se realiza actualmente mediante una intervención en la que el corazón "se para, se vacía y se abre para cambiar la válvula", mientras se mantiene la circulación extracorpórea mediante una máquina, como explica el jefe del Servicio de Cirugía Cardíaca del Hospital Infanta Cristina, José Fermín González de Diego.

Esta operación supone un alto riesgo para un perfil de paciente que se encuentra en la franja de edad de los 80 años y que sufre patologías asociadas a la que enfermedad cardíaca necesaria la sustitución de la válvula. Con el fin de reducir ese riesgo, el Hospital Infanta Cristina ha comenzado a aplicar una nueva terapeútica de implantación de válvulas artificiales en el corazón, con dos técnicas alternativas de intervención, para cuya aplicación no es necesario parar este órgano y vaciarlo, ya que se trabaja a través de catéteres.

TECNICAS HERMANAS Dentro de la nueva terapéutica existen dos técnicas, la denominada transfemoral, mediante la que se implanta la prótesis a través de catéteres que se introducen efectuando una punción en la arteria femoral (situada en la ingle), y la transapical, en la que los catéteres entran por la punta del ventrículo izquierdo al que se llega mediante una pequeña incisión en el tórax.

Cuando no se puede hacer por vía femoral porque la arteria es muy fina o porque está muy calcificada o tiene muchos giros, se aborda el corazón por el tórax. Así lo explica José Fermín González, quien añade que la primera técnica se realiza en una decena de hospitales españoles, pero la segunda en apenas unos cuatro, entre los que está el Infanta Cristina.

NO ES PARA TODOS El jefe del Servicio de Cirugía Cardíaca del hospital pacense aclara que "estas técnicas no se pueden emplear en todas las válvulas del corazón, sólo en una". Tampoco se aplican en todas las personas que rondan los 80 años y a las que es preciso implantar una válvula artificial. "Están indicadas en los casos en los que se padece una estenosis aórtica severa, calcificada y sintomática", añade González. Esta patología está motivada por una degeneración, un desgaste, de la válvula aórtica a lo largo de los años.

Las personas intervenidas mediante las técnicas transfemoral y transapical presentan además de estenosis aórtica, una serie de patologías asociadas (insuficiencia renal, respiratoria, hipertensión pulmonar, etc) que dificultan la utilización de cirugía con circulación extracorpórea, por el riesgo que puede entrañar detener el corazón.

En Badajoz han sido tratadas cuatro personas desde el pasado mes de junio con las técnicas transfemoral y transapical. Las dos últimas han sido un hombre de 81 años y una mujer de 76, intervenidos la pasada semana y cuya respuesta, hasta el momento, ha sido existosa, según informa el jefe del Servicio de Cirugía Cardíaca. Estos dos pacenses forman parte de los 150 pacientes a los que se ha implantado en España una válvula artificial mediante esta nueva terapeútica cardíaca desde finales del pasado año, fecha en la que comenzaron a utilizarse las técnicas.

Actualmente, en el Hospital Infanta Cristina hay pacientes en lista de espera para la implantación de una válvula artificial, a los que se tratará utilizando algunas de las dos novedosas técnicas, que se emplean en intervenciones que no superan la hora y media o dos horas; menos tiempo que el necesario para una cirugía convencional.