No es raro escuchar a algún paciente que haya estado hospitalizado varios días, o a sus familiares, decir que en el hospital no se descansa o que cuesta mucho conciliar el sueño. El problema es que cada dos por tres, a lo largo de la noche, suele entrar en la habitación del enfermo que está en planta un enfermero que enciende la luz para realizar alguna comprobación del estado del paciente o del tratamiento que sigue. Para evitar esta situación, el complejo hospitalario de Badajoz implantará el próximo año el control de los periodos de descanso de los usuarios hospitalizados. Así lo anunció ayer el gerente del área de Salud, Carlos Gómez, en declaraciones a EL PERIODICO.

El gerente es consciente de que existe esta queja entre los enfermos por la falta de descanso nocturno, debido a los controles de temperatura, el gotero o la tensión. Cuando no haya más remedio que respetar estas comprobaciones de forma permanente con vigilancia continuada, será porque el enfermo no estará en una planta, sino en Cuidados Intensivos. Pero Gómez entiende que, con los pacientes en hospitalización, la revisión no puede ser tan estricta en un horario como para que no permita que el enfermo descanse durante un tiempo mínimo.

Por eso quiere que todos los controles se realicen antes de la medianoche y no se moleste al enfermo antes de las siete de la mañana del día siguiente, como mínimo. "Y si pudiésemos ir más allá y que en lugar de las doce fuesen las once de la noche, ganaríamos una hora más de tranquilidad para el paciente dentro del hospital", añade.

Esta medida se intentará implantar el año que viene, dentro del plan general que pretende también mejorar las condiciones generales de las habitaciones, en cuanto a mobiliario, colchones o ropa, "que también son importantes para el paciente y hay que mirarlo despacito para ver de qué manera los mejoramos".

Aunque asegurar el descanso nocturno durante determinadas horas pudiera parecer una operación sencilla, sin embargo el gerente opina que resulta complicado, porque supone modificar hábitos de trabajo de mucho personal sanitario "y eso siempre es muy difícil", admite.

PLAN GENERAL Esta medida es una más de las previstas dentro del plan general de calidad para el usuario que se está realizando en el complejo. La primera se puso en marcha el año pasado y afectó al control de calidad de la comida que reciben los enfermos. La segunda se ha implantado este año y hace referencia al control de los visitantes y la próxima, prevista para el próximo año, afectará al control del descanso nocturno de los enfermos. "Son elementos que se van implementando poquito a poco en la búsqueda de la calidad de los pacientes, que son en definitiva nuestro objetivo", comenta Carlos Gómez.

Para comprobar el grado de satisfacción, se realizan encuestas periódicas en las que, entre otras muchas cuestiones, se pregunta al paciente por la comida. En el último sondeo la puntuación del menú fue de un 7,39, sobre una banda de 0 a 10.