Las máquinas están desde ayer en el paso de peatones de la avenida Villanueva en la confluencia con la calle Díaz Brito. Cuando los trabajos concluyan, éste será el primer paso de cebra inteligente de la ciudad, que se instala de forma experimental y a la vista de los buenos resultados en otras ciudades donde ya están funcionando para prevenir atropellos. La obra se incluye en el Plan de Impulso a la Economía Local del ayuntamiento, con lo que debe estar terminada antes de final de año.

Consiste en un dispositivo con cámaras que ante la presencia de peatones y vehículos acciona señales luminosas con leds en la acera y la calzada y una de advertencia de velocidad límite de 30 kilómetros a la hora. El peatón sabrá si el coche que se acerca va demasiado deprisa.