La rehabilitación del área de el Campillo no está tan parada como parece, a juzgar por los datos que ofreció ayer el alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, que visitó una de las viviendas rehabilitadas por la Inmobiliaria Municipal (Inmuba) para acoger, en alquiler, a familias de la zona a las que ha comprado sus casas. La inmobiliaria ha invertido ya casi 3 millones de euros en adquisiciones, rehabilitaciones y la recuperación del baluarte de San Pedro. Sólo las adquisiciones de inmuebles (más de 80) superan 1,7 millones de euros.

El ámbito en el que se pretende actuar comprendía inicialmente 299 inmuebles, muchos de los cuales siguen habitados y en su momento los propietarios, particulares o promotores privados, tendrán que rehabilitarlos. Cuando Inmuba inició esta operación, el 40% de las casas de el Campillo eran municipales.

Además de las 35 viviendas que se van a construir en las dos manzanas más próximas a la torre de Espantaperros (un proyecto que se bloqueó y cuya nueva ordenación y diseño ha sido fruto del acuerdo entre el PP, Ciudadanos y Podemos Recuperar Badajoz), la inmobiliaria va a habilitar otras 26 en pequeñas promociones, bien a través de rehabilitación o nueva construcción, para las que convocará concursos de ideas.

Fragoso quiso hacer hincapié en «el componente social» de la rehabilitación de El Campillo, por un lado con la compra de viviendas «viejas» que en muchas situaciones, según dijo, no reunían condiciones de habitabilidad. Con el dinero que han recibido, sus ocupantes se han podido ir a vivir a otras zonas de la ciudad, «con lo que han mejorado sus condiciones de vida». En otros casos, el ayuntamiento ha tenido que actuar de forma directa comprando y rehabilitando inmuebles para los realojos, como ha ocurrido con el visitado ayer en la calle Concepción Arenal (donde se han habilitado 5 apartamentos), otros 2 en la calle San Lorenzo y uno en Bravo Murillo. Ya han sido realojadas 7 familias. Otras 5 tienen asignadas sus viviendas para trasladarse «en los próximos días» y 2 están pendientes de los estudios sociales. En el edificio recuperado de Concepción Arenal ya está ocupada una de las viviendas, la de la planta baja y otras dos están asignadas.

En los procesos de realojo de familias de el Campillo, la inmobiliaria adquirió sus casas y cuando la cantidad que percibieron no era suficiente para adquirir otra se les ofrece un alquiler «en condiciones sociales» (el algunos casos pagan 80 euros al mes), para lo cual, se evalúa su situación económica. En estas actuaciones de regeneración para realojos la inmobiliaria ha invertido 650.000 euros (para adquirir las viviendas, rehabilitarlas o construir de nuevo).

Aún no está resuelta completamente la situación de las dos manzanas donde se pretende actuar en primer lugar. Quedan 4 familias que no han aceptado ninguna de las soluciones que les ha planteado el ayuntamiento. La última opción, según dijo el alcalde, sería la expropiación. Pero antes de llegar a esta salida «queremos apurar las negociaciones». Fragoso aseguró que no se ha recurrido a la expropiación forzosa salvo en los casos de viviendas con las que había problemas con la documentación sobre la propiedad. «Todo el mundo está ahora en mejores condiciones de lo que estaba cuando comenzamos la operación de el Campillo». La adquisición de estas últimas cuatro casas es necesaria para iniciar el estudio arqueológico en extensión.

ACABANDO LA PLANIMETRÍA / En estos momentos, según informó Fragoso, se está terminando la planimetría de las dos manzanas de la primera fase basada en el acuerdo político alcanzado. Los cambios introducidos requieren tramitación urbanística, pues se ha retranqueado la construcción eliminando las 8 viviendas más próximas a los monumentos, generando un espacio público más amplio frente a la torre de Espantaperros, los jardines de La Galera y la puerta de Mérida, mejorando su visibilidad. Se abren dos nuevos viales públicos paralelos a la calle Peralillo, con lo que se consigue que el 88% de las viviendas tengan acceso directo desde la calle. Además, desaparece la parcela de uso dotacional prevista frente la muralla, entre el baluarte de San Pedro y la puerta Trinidad, y se destina a zona verde.

En estos momentos el ayuntamiento está a la espera de la supervisión por parte de la Junta de Extremadura del contrato de arqueología (que ronda los 200.000 euros, el mayor de los que se han licitado en la ciudad), que será previo a cualquier actuación, para comprobar si existen hallazgos que obliguen a replantear el proyecto por la aparición de restos con algún valor patrimonial. «Estaríamos encantados de que en la ciudad aparecieran elementos que se pudiesen poner en valor», señaló, y recordó que ocurrió en el baluarte de la Trinidad con la aparición del primer tramo de la muralla medieval, de la que no se conservaba nada.

La Inmobiliaria Municipal cuenta con 6 millones para actuar en el Campillo (el préstamo que firmó con el BBVA más parte de la ayuda de la Junta y del ministerio que ya ha llegado).

Paralelamente al contrato de arqueología previo a la construcción de las 35 viviendas, Inmuba está pendiente de licitar las obras de las actuaciones que suman 26 viviendas cuyos proyectos pretende que se agilicen. Según avanzó el alcalde, la intención es convocar concursos de ideas, que se están perfilando en colaboración con el Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura.