La Inmobiliaria Municipal ha publicado en el perfil del contratante de su web el pliego de condiciones para la licitación del proyecto de excavación arqueológica en extensión en el primer sector de la zona de El Campillo, en el casco histórico de Badajoz, según anunció ayer el teniente de alcalde de Urbanismo, Celestino Rodolfo, acompañado por la arquitecta de la Oficina de Rehabilitación Municipal Elena Olea.

El área de actuación es una parcela de 1.765 metros cuadrados, en la que se rebajará la cota por estar en un cerro y ser un lugar donde se hará una plaza y varios viales. La parcela figura en el plano mostrado por el concejal en color verde, bordeada por una superficie en rosa que se corresponde con viales. Dicho sector limita con las calles Jarilla, El Peralillo, Costanilla y San Lorenzo. Este área será objeto de excavación y estudio arqueológicos en una primera fase del total, cuya superficie global supera los 8.000 metros cuadrados.

El precio base de licitación es de 107.436,50 euros para esta primera fase, siendo la cuantía máxima prevista para toda la actuación de unos 800.000 euros, señaló Celestino Rodolfo. El plazo de finalización del proyecto será de tres meses, a contar desde la fecha en que se firme el contrato, añadió.

El pliego de condiciones recoge criterios a la hora de efectuar la evaluación de las ofertas que se presenten, como los de otorgar una puntuación máxima de 48 puntos para la propuesta técnica y de 52 a la económica. El plazo para que las empresas interesadas en participar en el concurso puedan presentar sus ofertas concluirá el próximo día 26 de marzo.

Otro requisito es el de contar con un personal mínimo que debe formar parte del equipo que ejecute el proyecto arqueológico, que deberá ser de al menos 12 profesionales. Estos deben ser un arqueólogo director y coordinador del proyecto; un arqueólogo documentalista; otro de trabajo de campo; seis peones de arqueología, un topógrafo, un antropólogo y un dibujante.

EXPERIENCIA / A algunos miembros de este equipo se les exige tener cierta experiencia, según el pliego de condiciones. Es el caso del director coordinador del proyecto, quien deberá acreditar 10 años de ejercicio profesional y al menos 36 meses de trabajo real de campo; y el documentalista deberá acreditar 12 meses de trabajo real de campo, explicó el concejal de Urbanismo.

En cuanto al resto de miembros del equipo, corresponderá al director decidir en qué momento intervienen y si hay alguno que pueda realizar más de una función. Por ejemplo, el antropólogo actuaría en caso de que apareciesen restos humanos, o se considerara necesario por alguna otra causa; o el dibujante, en el momento en que haya que elementos que dibujar porque hayan aparecido en la excavación, señaló Olea.

Así mismo, el trabajo se organizará en cinco fases: gestión, redacción del proyecto y petición de permisos; excavación arqueológica propiamente dicha; limpieza de elementos que hayan aparecido y de la zona; clasificación y almacenamiento; redacción del informe arqueológico y el de la memoria científica, según Rodolfo.

La licitación de este primer sector se debe a que «está limpio, jurídicamente, de propiedades». En el resto se trabajará en sucesivos sectores o conjuntamente, según recomienden los arqueólogos y la Dirección de Patrimonio.

OCHO MESES / Si bien este primer sector tiene un plazo de tres meses, la previsión del total es de ocho, pero dependerá de cómo evolucione la excavación.

Celestino Rodolfo expresó su confianza en que «en poco tiempo pueda haber obras en el marco de una actuación en la que, desde su inicio, el ayuntamiento de la ciudad ha estado siempre a expensas del criterio de la Dirección General de Patrimonio, en materia de arqueología». Y señaló que este proyecto deriva precisamente las más de 40 catas realizadas en la zona con anterioridad, y en las que no salió a la luz algo de mayor interés.