TVtigilen sus armarios. Pueden tener inquilinos. Me cuentan que un japonés ha descubierto a una mujer que ha estado viviendo en uno de los armarios de su casa durante meses. Y el tipo no notó nada hasta que reparó en que su nevera estaba siempre casi vacía. Así que el hombre instaló una cámara en su hogar para descubrir el origen del misterio alimenticio. Me imagino la cara de sorpresa que tuvo que poner al ver en las imágenes grabadas a una mujer que se paseaba tranquilamente por su casa. Tras llamar a la policía supo que se trataba de una diminuta señora de 58 años que había instalado un colchón en el hueco de la parte superior del armario, en el que vivía tan ricamente. Supongo que a los japoneses, acostumbrados a los hoteles cápsulas, el hueco de un armario les debe parecer la suite del Hilton. Al parecer la señora, que aseguraba no tener un sitio en el que poder vivir, se había instalado allí en un descuido del propietario y la policía sospecha que podría tener otros armarios vivienda en el barrio. La verdad es que toda esta historia me provoca ternura, pero vamos, que también me provoca ternura el tibio y tímido apretón de manos que se han dado esta semana Rajoy y Zapatero . Que ya era hora, coño. Es como si los dos hubieran estado viviendo en armarios pequeñitos y saliendo a ventilarse la comida de los demás de noche y a escondidas. Porque para estar solos es mejor tener a alguien al lado, aunque sea en el hueco del armario, aunque sea, como en el caso de Zapatero y Rajoy, por conveniencia. Y puestos a tener inquilinos en los armarios, es mejor tener japonesas pequeñitas que muertos. Porque las japonesas lo máximo que pueden hacer es desvalijarte la nevera, pero los muertos, esos que guardamos en los armarios durante tanto tiempo, nos pueden desvalijar el alma.