La instalación de los toldos de la plaza de España se retomó ayer una vez resuelta la polémica que afectó a su colocación hace unos meses, cuando el Colegio de Aparejadores solicitó que se retirasen los anclajes de su fachada y después de que la Comisión Provincial de Patrimonio haya dado el visto bueno a esta actuación. El concejal de Infraestructuras, Jesús Coslado, señaló que la previsión es que los toldos estén dando sombra en el plazo de una semana.

El entoldado será de color blanco roto --a diferencia del de la calle San Juan de tonos más vivos-- para que su impacto visual sea menor en el entorno y se mantendrá en la plaza de España hasta septiembre u octubre, en función de la climatología. Entonces se retirará y se colocará de nuevo el próximo verano, según explicó Coslado.

El grupo municipal socialista se quejó hace unos días del retraso en la instalación de estos toldos y se preguntaba irónicamente si serían para este verano o para el próximo. El concejal de Infraestructura quiso recordar que su colocación ha sufrido una demora porque ha habido que llegar a un acuerdo con el Colegio de Aparejadores y esperar al visto bueno de la Comisión de Patrimonio "porque a nosotros nos gusta hacer las cosas bien, no sé a ellos", replicó.

Los aparejadores exigieron la retirada de los anclajes y el cableado de su fachada por ser un edificio privado y gozar de la máxima protección, como todo el entorno de la catedral. El colegio se quejó de que desde el ayuntamiento no se les había avisado de la colocación de los toldos, con la que no se mostraban de acuerdo. Sin embargo, las discrepancias se resolvieron y finalmente el colegio aceptó que se instalaran. De hecho, el ayuntamiento tenía autorización de la institución, ya que se la concedió la anterior junta directiva en el 2002.

Los toldos de la calle San Juan se encontraban en mal estado desde hacía tiempo y a finales del 2013 se adjudicó su reparación por algo más de 49.700 euros a la empresa Toldos Vázquez e Hijos SL. Como se costeaba con cargo al remanente y no se pudo acabar antes del 31 de diciembre, se volvió a adjudicar a la misma empresa lo que quedaba pendiente, como el entoldado de la plaza de España.