Los directores de la Biblioteca de Extremadura, Justo Vila; del Museo Arqueológico, Guillermo Kurtz; y el vicedecano de Biblioteconomía Agustín Vivas han expresado su disposición a hablar con el ayuntamiento sobre la seguridad de la alcazaba, y expresado sus dudas sobre la efectividad de tal medida.

Vila afirmó que las tres instituciones tienen seguridad interna y que "hay mucho que valorar si es mejor o peor, porque podría ser peor el remedio que la enfermedad". Señaló que la alcazaba "está mucho mejor desde que estamos los tres organismos funcionando; suben cientos de personas diariamente y el vandalismo es menor". Para él, lo que hace falta "es mantenimiento, no vale que se haga un jardín precioso y luego se abandone; y la limpieza tiene que ser diaria. Ahora, si hay voluntad por parte de las tres administraciones para recuperar este monumento, se va por buen camino. Hay que hablar, como bien dice el concejal".

Agustín Vivas afirmó que "a priori me resulta un tanto extraño, pero habría que estudiarlo. Nosotros no hemos tenido grandes altercados ni los alumnos han tenido problemas". Pero además, "hay gente que trabaja de noche, que se queda en sus despachos, se hacer grabaciones por la noche y no sé si habría inconvenientes; quizás la decisión fuese tener mayor vigilancia antes que cerrar la alcazaba, pero esto a a título personal. Nosotros no estamos descontentos. Si se plantea habría que estudiarlo, reunir a la junta de facultad para tener una opinión".

Guillermo Kurtz dijo que "cerrar por cerrar puede causar el efecto contrario, porque los malos siempre podrán entrar, pero si se cierra con todas las garantías, con vigilancia, sería otra cosa". No obstante, cree que debe ser algo muy meditado "para evitar consecuencias indeseadas. Sólo cerrar, a la hora de la verdad no resuelve el problema, se trata de mejorar la seguridad, pero no viene necesariamente por el cierre físico".