La provincia de Badajoz registra unas 300 muertes violentas al año de media, de las que entre 4 y 6 de ellas son por homicidio; el resto se deben a accidentes, sobre todo de tráfico --los más--, pero también laborales y en menor medida, domésticos. Otras muertes violentas son los suicidios, con cifras inferiores, y algunas otras por causas naturales pero en circunstancias especiales cuyo origen no se pueden certificar sin realizar una autopsia. Así lo explicó ayer a este diario el nuevo director del Instituto de Medicina Legal (IML) de la provincia de Badajoz, Antonio Enrique Mendoza Sánchez.

El IML realizó en el 2009 más de 9.000 informes en su Clínica Médico Forense relativos a accidentes, agresiones, violaciones y otras causas, mientras que en el apartado de tanatológico fueron 320 casos de muertes violentas, cifras que suponen alrededor de un 15% más que el año anterior.

En el 2008, el número de homicidios se mantuvo en 4 y el de suicidios bajó de 62 a 58, así como aumentaron las muertes por accidentes, de 111 a 136, según los datos facilitados por Mendoza, pertenecientes a la memoria del año 2009 que está a punto de cerrarse.

Antonio Enrique Mendoza fue nombrado director del IML por una orden del Ministerio de Justicia del 12 de noviembre, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 2 de diciembre del 2010, tras resolver la convocatoria publicada el 2 de septiembre del 2009.

Entre sus prioridades, según expuso al término del primer consejo de dirección que presidió, está la puesta en marcha del nuevo centro que se construye en el campus pacense, conocido popularmente como ´el cubo de Rubik´, por su similitud en estructura y colores.

VIOLENCIA DE GENERO También destacó lo que consideró innovaciones, como la potenciación de los equipos de valoración integral en casos de violencia de género y la creación de la Comisión de Docencia e Investigación. Además de algunas cuestiones de régimen y organización internos, como algunos nombramientos, establecer relaciones personales e institucionales.

La nueva sede del IML está prácticamente terminada en cuanto a su construcción, pero faltan remates, el ajardinamiento externo, el equipamiento y las instalaciones tanto de luz y agua como de comunicaciones y nuevas tecnologías.

Según Antonio Enrique Mendoza, está previsto que se pueda abrir "entre un mes y medio, según los más optimistas, y finales de este trimestre". El nuevo centro reúne todos los requisitos para cubrir las necesidades de un IML moderno, dijo.

El llamativo ´cubo de Rubik´ se alza en un edificio en ´L´, de tres plantas, de2.358 metros cuadrados construidos sobre una parcela de 3.140, con zonas ajardinadas y de aparcamiento, junto al Hospital Infanta Cristina y a la Facultad de Medicina, tanto a la actual como a la nueva, que se construirá enfrente. El proyecto tiene un coste cercano a los 5 millones de euros y se concluirá con un retraso de más de un año.

Por un lado, el nuevo edificio cuenta con una zona de tanatología, para trabajar con cadáveres y realizar autopsias. Por otro, con un área de atención a vivos, con distintos accesos y posibilidad de albergar a los familiares.

Dispone, así mismo, de una sección de laboratorios forenses, que habrá que ir dotando conforme se emitan certificaciones, algo que se hará de forma paulatina. También hay un área de docencia, entre otras.

Mendoza, de 49 años, estudió Medicina en Badajoz y tras aprobar las oposiciones a forense ejerce la profesión desde hace 25 años. Primero en Galicia, luego en Don Benito y desde hace 15 años en Badajoz, donde ahora dirige una plantilla de 26 personas entre forenses, técnicos y personal administrativo. Antes de asumir la dirección del instituto, ha ejercido de las jefaturas de la Clínica Médico Forense y de la Sección de Ordenación.