Enamorados de tu corazón solidario. Esta es la frase que se podía leer en la pancarta con la que los jóvenes de la Fundación Magdalena Moriche y Aexpainba, que trabajan con personas con inteligencia límite y discapacidad intelectual ligera, llegaron ayer por la mañana a San Francisco para participar en una convivencia con más de 300 escolares de distintos colegios de la ciudad con el objetivo de hacer visibles sus capacidades y reivindicar su integración social, educativa y laboral.

Es el cuarto año que se desarrolla esta jornada y su mensaje siempre es el mismo: "El mundo es diverso, las diferencias enriquecen y las personas con discapacidad intelectual tiene un sitio en la sociedad y debe hacerse ese hueco", recordó la presidenta de la fundación y de Aexpainba, Magdalena Moriche.

Para buscar la complicidad de la sociedad en esa integración real desde estos colectivos creen que lo mejor es llegar al corazón de los más pequeños. ¿Cómo? Por ejemplo, con actividades como las organizadas en San Francisco: talleres, juegos en equipo o cuentacuentos que consolidan valores como la solidaridad y la igualdad.

Magdalena Moriche reconoció que aunque se han dado pasos en la integración, aún "queda mucho" por hacer, sobre todo, en educación y formación "para que sus oportunidades sean iguales a las del resto".