Los vecinos de la calle Olf Palme, en la barriada pacense de Suerte de Saavedra, tuvieron que correr ayer para esquivar la balacera que se les vino encima cuando minutos después de las dos de la tarde se inició un intercambio de disparos entre dos grupos, al parecer clanes familiares enfrentados, según explicaron testigos de los hechos que viven en el barrio. Los dos grupos protagonizaron un tiroteo de tal intensidad que cuando acudió la policía halló "numerosa munición detonada de diferente calibre", como indicó la jefatura superior.

No hubo que lamentar heridos, pero "fueron 8 o 10 minutos que esto fue el infierno", contó un vecino que lo vivió a pocos metros. "Y hubo ciento y la madre de tiros", apostilló su compañero explicando cómo vieron "a los de arriba --esquina de Olof Palme con Eduardo Naranjo--, disparar al aire con dos rifles y una escopeta, y a los de abajo --el grupo que se hallaba en el cruce de Olof Palme con Víctor Jara--, responder con ráfagas de ametralladora".

Tanto los testigos como más tarde la policía confirmaron que se habían utilizado armas automáticas de repetición, de ahí que los numerosos casquillos o vainas de munición detonada fueran de distintos calibres, ya que se esgrimieron diversos tipos de armas de fuego en la confrontación. El gabinete de información de la jefatura confirmó también que la centralita telefónica echaba humo, pues se registraron numerosas llamadas de vecinos alertando del suceso.

Los autores del tiroteo huyeron, un grupo en un coche plateado "hacia la carretera de La Corte, por donde fue seguido por la policía local", y el otro se dispersó por distintos lugares del barrio, de forma que cuando llegaron los furgones de la Policía Nacional, habían huido. No obstante, dejaron un evidente rastro de su presencia a tenor de la cantidad de casquillos esparcidos por la calzada e impactos en paredes y algún vehículo.

Hubo sobre todo un furgón azul de la marca Opel que presentaba numerosos impactos en la carrocería, en las lunas y en una rueda, y en el que un residente en la zona aseguró que se habían encontrado armas, punto éste que fue desmentido por la policía, que sí se llevó el vehículo y se encuentra en dependencias de la comisaría para estudiar los impactos y la munición.

Poco después se montó un dispositivo de controles en distintos accesos del barrio y en la carretera de la Corte, donde los vecinos hablaban de la existencia de un chalet, con el fin de localizar a los autores de los disparos, que al cierre de esta edición no habían sido detenidos.