La Policía Nacional detuvo ayer a un hombre de en torno a 60 años, "bajo, calvo y que cojeaba", según algunos testigos, cuando intentaba atracar en una oficina de Cajalmendralejo, en la avenida Ricardo Carapeto, en San Roque, en la que entró esgrimiendo una pistola que luego se comprobó que era simulada.

El ladrón fue detenido cuando se hallaba aún en la sucursal, de la que "una empleada y una clienta lograron salir" y se refugiaron en una cafetería colindante. Según varias vecinas que asistieron a la escena, la empleada y la clienta llamaron desde el establecimiento a la policía, que acudió con varias patrullas y halló al atracador dentro.

Ocurrió hacia las 13.45, poco antes de cerrar, cuando entró el hombre "de aspecto mayor, calvo y que cojeaba, nos contó una empleada", dijo una mujer que vio cómo se lo llevaban detenido. Los empleados cerraron y no hicieron declaraciones, como tampoco desde la sede principal de la entidad "por estar el caso en manos de la policía".