Un joven de 18 años que se encontraba interno en el centro de menores Marcelo Nessi logró fugarse ayer después de amenazar a una trabajadora con un objeto punzante que le colocó en el cuello, para forzar a que le abriesen la puerta que daba al patio de entrada y desde ahí escapó saltando la verja. A la hora de redactar esta información, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía seguían buscando al joven fugado. La Consejería de Igualdad y Empleo de la Junta de Extremadura, de la que depende este centro, no respondió para informar de lo sucedido.

Los hechos ocurrieron justo después de la hora a la que comen los internos, sobre las 14.30 horas y así consta en la denuncia ante la Policía Nacional. Según las fuentes recogidas por este diario, este joven se encontraba fumando en una habitación que se usa expresamente para que puedan hacerlo los internos mayores de edad habituados al tabaco. En este cuarto, que tiene dos puertas y que da directamente al patio, se encontraban cuatro internos con dos vigilantes y una educadora.

Las fuentes consultadas señalan que este joven, que está interno en el módulo terapéutico y es uno de los más conflictivos del centro, cogió un trozo de cristal de una bombilla (que estaba en un baño) y se lo puso en el cuello a la educadora, que al intentar separarlo se provocó cortes en la mano, de los que fue atendida en el hospital Infanta Cristina. La agredida puso posteriormente la denuncia ante el Cuerpo Nacional de Policía.

Como consecuencia de las amenazas, el interno logró que le abriesen una puerta de la habitación y salió directamente al patio, que da a la calle. Las mismas fuentes aseguran que no es la primera vez que este joven se fuga, dato que no confirmó la policía. Los trabajadores del centro se quejaban ayer que las bombillas no estén protegidas, para impedir que puedan usarse como herramientas de agresión. En los últimos dos meses han sido agredidos seis trabajadores (incluidos vigilantes), que han protagonizado protestas para denunciar la inseguridad.