El Centro Penitenciario de Badajoz es, junto con el de Tenerife II, uno de los primeros de España en participar en un proyecto europeo, en el que también intervienen cárceles de Alemania, Irlanda, Bélgica y Holanda. Este proyecto ha sido auspiciado por el Aula de Educación Permanente de Adultos de dicho centro, que pertenece a la Consejería de Educación de la Junta de Extremadura.

El objetivo de este proyecto es promover la ciudadanía activa de este colectivo, a través del fomento de la educación en valores. Esta actuación, que se incluye en la acción Grundyvig2 de la Agencia Nacional Sócrates, cuenta con una subvención europea de 8.800 euros más otros 1.000 que concede la Consejería de Educación.

DOS AÑOS La coordinadora del Aula de Educación Permanente de Adultos, María Soledad Acuña, explicó que este proyecto beneficiará a los 250 alumnos que asisten diariamente a las clases impartidas en este aula, aunque repercutirá positivamente, de forma indirecta, en los 730 internos que hay en el centro pacense. En este primer año, ya que el proyecto durará dos, se recopilará información y se acordará entre los distintos centros participantes el diseño de las actuaciones que se desarrollarán en el próximo año.

Se incidirá, según María Soledad Acuña, en tres niveles de trabajo: en el individual, trabajando aspectos como la responsabilidad, el respeto y el compromiso; el social, en el que se fomentará la participación y cooperación con los demás; y el político, trabajando la participación activa en la sociedad.

Los reclusos, según explicó, tienen muchas carencias personales "y por su situación no suelen utilizar el diálogo para solucionar problemas, además como tienen escasa participación social suelen evadirse cuando se les necesita o reclama para colaborar en algo".

Por ello, se trabajará en el fomento del diálogo y se propiciarán situaciones en la que los reclusos aprendan a ser respetuosos y tolerantes de forma activa, "nos gustaría transmitirles que su participación es necesaria, que la sociedad la formamos todos y que ellos forman parte de esta sociedad".

María Soledad Acuña espera que en el marco de este proyecto europeo algunos alumnos del aula, aunque sea un grupo reducido, pueda salir al exterior a participar en charlas u otras actividades, así como que representantes de otros colectivos puedan entrar al centro penitenciario a exponerles sus proyectos y experiencias.

Aunque reconoció que las salidas están muy condicionadas porque necesitan de varios permisos y autorizaciones, confía en que puedan participar en la sociedad de alguna manera, "a través de videoconferencias, u otros medios".

UNA VENTANA Las nuevas tecnologías e internet abren una ventana al exterior con enorme posibilidades para estos alumnos, pero no disponen aún de estos medios, "y se está estudiando la posibilidad pero tienen limitada la comunicación con el exterior, aunque se pueden hacer cosas, como con una web cam, controlando su uso", según declaró.