No es la primera vez que la adquisición de entradas para ver el concurso de murgas calienta los ánimos de los pacenses. Como en años anteriores, el público empezó a congregarse, antes de que amaneciera, a la entrada del López de Ayala, pero en esta ocasión el desorden y los nervios de los asistentes hizo necesaria la presencia de la policía. La impaciencia de algunos, la desinformación de otros y la falta de compasión de muchos que intentaban ganar puestos en la cola aprovechando los huecos y la posición de las amistades, motivó acaloramientos y cruces de insultos y amenazas.

Una hora antes de que abriera la taquilla del teatro, que estaba fijada a las diez de la mañana, la cola llegaba a la altura de la sede central de Caja Badajoz y a la una de la tarde aún no habían podido adquirir sus entradas los que habían llegado a las ocho de la mañana.

Durante la espera, muchos de los asistentes se quejaban de que no se respetaba el turno y que la gente se colaba por lo que en reiteradas ocasiones llamaron desde sus teléfonos móviles a la policía local y también al 091, un señor se quejaba de que la policía no acudía y que allí imperaba "la ley del más fuerte". Pasada la una de la tarde se personaron tres agentes de la Policía Nacional que se situaron junto a la taquilla para impedir que se colara más gente y evitar altercados.

Abucheos, gritos de protesta por la falta de vallas y la desorganización, insultos de "sinvergüenza" y "caradura", amenazas por parte de una joven de "liarse a puños con todos" y lágrimas de otra que fue sacada de la cola a empujones, protagonizaron la jornada.

Para hoy también está prevista la venta de entradas, dos por persona y día para cualquiera de los cuadro días del concurso.