El concejal de IU en el Ayuntamiento de Badajoz, Manolo Sosa, dijo ayer no sentirse tan optimisma como el presidente de la Agencia de la Vivienda, Javier Corominas, respecto al futuro de la barriada de Los Colorines, porque Sosa no cree que éste sea "el principio del fin" aunque sí piensa, como Corominas, que es necesario que el Ayuntamiento de Badajoz cumpla sus compromisos con este barrio.

En este sentido, el concejal recordó que él ya denunció el incumplimiento, cuando el alcalde dijo que subirían el autobús urbano y el transporte de butano, aunque fuesen escoltados por la policía. Por otro lado, en IU se muestran de acuerdo con la presencia policial, pero piensan que debe ser consensuada entre la Delegación del Gobierno y el Ayuntamiento de Badajoz, porque "los poderes públicos" deben, según Sosa, proteger a ese porcentaje de vecinos que aunque sea mínimo no pueden vivir con normalidad entre una mayoría de "indeseables". "La Administración no puede lavarse las manos", dijo.

Para Sosa, la presencia policial debe continuar hasta que este barrio "se normalice" y eso solo se conseguirá con una intervención integral, con políticas sociales y dotación de servicios.