El índice de seguridad en la ciudad de Badajoz es aceptable", según manifestó ayer el jefe superior de Policía, Eusebio Escribano, al evaluar el estado de la delincuencia, que si bien subió algo en el 2004, como reflejó la memoria de la fiscalía, en lo que va de año "va más bien tirando a la baja, junto con Mérida", al tiempo que señaló que "no hay delitos graves".

Eusebio Escribano hizo estas manifestaciones con motivo de la presentación del programa de actos organizados para la festividad del patrón de la policía, y señaló que aunque el incremento delictivo en Badajoz fuera del 130%, "no es alarmante, porque dentro de la región policial la ciudad tiene un peso específico bastante mayor que Cáceres, que está a la altura de Mérida, y después Don Benito, Villanueva y Almendralejo".

También indicó que "los datos de la fiscalía no pueden coincidir con los policiales porque aquellos recogen los de la policía local, Guardia Civil y denuncias en juzgados". Además, señaló algunas características especiales de Badajoz, que aparte de tener más de 140.000 habitantes, está la frontera y el paso de portugueses "para traficar con droga, gorrillas que no sólo hacen de aparcacoches, que vienen a robar, y una serie de barrios como Colorines o Suerte de Saavedra que no es que en ellos haya mucha delincuencia, pero hay inseguridad al convivir personas normales con otras que no son tan normales", dijo.

LA UNIDAD CANINA Escribano afirmó que antes de llegar él, "había muchos atracos a bancos y este año ha habido cuatro y se han resuelto todos; no hay delitos contra la libertad sexual, tampoco hay muchos robos a tiendas, aunque sí hurtos en el interior de coches, y de móviles".

Por otro lado, el jefe de la policía explicó que se están dando los últimos toques a los caniles en Caya para la Unidad Canina, que cuenta ya con seis perros adiestrados para detectar drogas y explosivos, que ya se están utilizando, y que se presentará después de los actos del patrón del cuerpo.