Juan Carlos Lima Carvalho, el joven de 27 años que murió ahogado la tarde del lunes en la charca Los Pollos, situada en la carretera del Rincón de Caya, se golpeó en el pecho al tirarse al agua, lo que determinó su fallecimiento. El cuerpo del joven presentaba un trauma torácico producido en la caída lo que posiblemente provocó la pérdida de consciencia e hizo que no pudiera nadar hasta la superficie, según se desprende de la autopsia realizada ayer a mediodía.

Juan Carlos, que era vecino de La Cañada, estaba casado y tenía un hijo de un año y medio, se acercó el lunes, día festivo, a la charca Los Pollos con un grupo de amigos. En este lugar se tiró en varias ocasiones al agua para bañarse, lanzándose desde una cuerda atada a un eucalipto, pero la última vez no consiguió salir del agua y desapareció de la vista del grupo, en el que se encontraba uno de sus cuñados.

Su cuerpo sin vida fue localizado por uno de los amigos que colaboraba con los bomberos en su búsqueda, por lo que los servicios del 112 nada pudieron hacer por él. Esta charca es un lugar frecuentado por pescadores.

Ayer, la empresa Salvador del Amo S L, dedicada a estructuras metálicas y ubicada en la avenida Padre Tacoronte, donde el joven trabajaba desde hacía dos años y donde ha dejado buenos amigos, permaneció cerrada en señal de luto.

Su jefe, Salvador del Amo, le recordaba como "una magnífica persona, muy querida en la empresa, donde no sólo era un empleado ya que mi familia y la suya tenían una relación familiar". Por ello, sus compañeros y amigos se encontraban muy afectados por lo ocurrido.

MASIVA DESPEDIDA Los vecinos de Cañada-Moreras también sintieron la muerte del joven, prueba de ello es que en la pequeña iglesia de San Juan de Dios, no se cabía ayer a las seis de la tarde, hora en la que se celebró el funeral del joven. Familiares, amigos y vecinos acudieron al templo para decir el último adiós a Juan Carlos, que recibió sepultura en Badajoz.