A poco más de medio año para las próximas elecciones municipales y autonómicas, las cartas están echadas en la mayoría de localidades de nuestra región. En Badajoz, por ejemplo, ya sabemos quiénes serán los jugadores, sus objetivos y cuáles podrían ser las estrategias para llegar victorioso al final de la partida. El último en aparecer en la escena política pacense ha sido Ricardo Cabezas. Será el candidato a alcalde por el PSOE después de ganar en las Primarias celebradas el pasado domingo. Un resultado que ha sorprendido más dentro que fuera.

Cabezas es un político joven, de los que se llevan ahora, pero poco o nada conocido para muchos ciudadanos de Badajoz. Cuando unos y otros asuman la nueva situación, los socialistas tendrán que comenzar a trabajar de la mano en el que sin duda será el principal objetivo de su campaña electoral: que Ricardo Cabezas sea reconocido por el electorado como nuevo líder del PSOE. La importancia electoral del grado de conocimiento de un candidato la conocen bien todos los partidos. No en vano el actual alcalde de Badajoz y candidato del PP fue presentado ante la opinión pública con más un año de antelación a los próximos comicios.

Los populares querían ganar terreno frente a un PSOE que aún debía pasar su proceso de Primarias; y de paso alejarse cuanto antes de la alargada sombra de Miguel Celdrán. Cada vez es más descartable la presentación de candidaturas locales de Podemos y sólo faltaría saber quién va a encabezar Ganemos Badajoz, la coalición electoral de IU y Equo, entre otros; aunque nadie duda de las ganas de seguir en la pomada política de Manuel Sosa. Son las piezas del tablero. Es de suponer que el toque de corneta dado por el secretario general del PSOE, Guillermo Fernández Vara, de dialogar con todas las fuerzas de izquierdas para desbancar al PP sea seguido en todas administraciones. Y más en Badajoz, gran bastión del PP y zona franca de entendimiento entre IU y PSOE. Fragoso solo tiene una opción: jugar todas sus cartas a la mayor.