TDticen que continuamos viviendo mientras permanecemos en los pensamientos de quienes nos amaron, por eso Julián no se ha marchado. Sigue con nosotros porque somos muchos los que lo llevamos dentro. Basta recordar el emotivo momento en que, en el programa que a finales de la primavera realizó la Ser en el Palacio de Congresos, Carles Francino bajó a abrazarlo. Los aplausos brotaron de las manos de los espectadores. Todos le conocían y quizás todos sentimos que era su último homenaje.

Estaba enfermo y frágil, pero mantenía firme su memoria, un caudal al que siempre podías acudir en busca de un acontecimiento, un dato, una fecha. Era Julián nuestra memoria viva. Formó buena parte de los setenta y cinco años de Radio Extremadura y se sentía orgulloso de lo realizado. Se le notaba y tenía razón para estarlo. Era un maestro. Lo recuerdo en su despacho, siempre sentado a la máquina, escribiendo; guiones de la radio de entonces que ahora vuelve con fuerza.

!Cuánto podría enseñar a las nuevas generaciones ¡

Magia de lo escrito para ser narrado.

Mente creadora la del querido locutor. Hombre entregado a la radio con el que, cuantos compartimos tiempo y espacio, nos sentimos orgullosos de haber trabajado.

Recuerdos de Julián a cuyo despacho ibas a por folios y del que siempre salías con las copias de sus guiones, impregnadas de papel carbón, que te daba para que utilizaras el reverso y donde tú leías los diálogos por él escritos, un abuelo y su nieto que, ante el micrófono, escenificaba junto a María José Soto .

Y Julián en la discoteca de la emisora, moviéndose entre fichas y estantes, entresacando la música que cada día se ponía en antena. Y luego de nuevo a fichar, y a elaborar otros guiones, que así es la radio, antes y ahora, un volver a empezar.

Y su casa, la antigua que conocí. Casa baja, típica de su barrio de San Roque. Recuerdo de algunas noches de verano, en el patio, a la fresca, aspirando el intenso aroma del galán de noche.

Ahí continuarás viviendo Julián, porque vas a permanecer en nuestros pensamientos y corazones.