La Junta de Extremadura ha desalojado en las últimas semanas a seis familias que vivían en Cuestas de Orinaza y trabaja en la actualidad para realojar a las familias que quedan en lo que fue una barriada gueto hasta su derribo hace ocho años, dejando solo a un grupo de familias sin realojar. Así se pronunció ayer la Junta en respuesta a una petición de la diputada del PP Cristina Herrera, quien reclamó al ejecutivo una solución para 18 familias que no fueron realojadas en su momento y que "fuera cual fuese la causa por la que no se les realojó, ya lo han pagado suficientemente durante ocho años", dijo la diputada, que fue concejala de Servicios Sociales en el ayuntamiento pacense en el momento del realojo.

Herrera, que justificó su petición a raíz de una pregunta formulada en la Asamblea el 20 de mayo pasado, afirmó que las personas que habitan en las Cuestas están en "condiciones infrahumanas, incluso hace unos días, una rata mordió a un niño de 4 años", pero los residentes manifestaron a este diario que eso ocurrió hace más de un año y que esa familia ya no vive allí.

Dijo que la Dirección General de Vivienda le respondió que se trabajaba para llevar a cabo el realojo de las familias que quedan antes de septiembre, pero Herrera indicó que no se fía "porque puede pasar mucho tiempo antes de que eso se produzca". Y señaló que, sobre todo, es urgente que los niños salgan de esas casas y la Junta obliga a los padres a escolarizarlos en colegios de otros barrios el curso próximo.

Ante la negativa que las familias han dado a la Junta cuando les propuso trasladarse a viviendas de otros barrios --Herrera afirmó que a los Colorines--, la diputada afirmó que se les puede obligar, incluso aduciendo que pueden llegar a perder la patria potestad de sus hijos.

La Junta señaló que "se les ha ofrecido en reiteradas ocasiones abandonar las viviendas e instalarse en otras vacantes propiedad de la Administración regional". Y que está "en contacto permanente con las familias a través de los trabajadores sociales", así como que sigue trabajando para realojar a estos vecinos y erradicar esta situación. Reclamó la Junta también "igualdad de trato a estas familias por parte del ayuntamiento, que es el único responsable de no acometer la limpieza en el entorno de las viviendas, y de no mantener en condiciones adecuadas la zona".

Herrera también se refirió a la necesidad de abordar el derribo de las casas prefabricadas, lo que permitiría al ayuntamiento abordar la ampliación de suelo que tiene prevista y que, según señalan fuentes municipales, está destinada a desarrollar suelo industrial y ampliar El Nevero.