Decepcionados. Así se sentían ayer los representantes de las familias de la barriada de Los Colorines que reclaman ser trasladadas, tras entrevistarse en Mérida con el director general de Vivienda, para intentar encontrar una solución para estos vecinos. A la reunión asistieron varios afectados y el presidente de la Asociación de Vecinos del Gurugú, Ricardo Cabezas, desde donde se está haciendo el seguimiento de este colectivo.

Según explicó Cabezas a la salida, el resultado del encuentro fue como "un jarro de agua fría". El director general de Vivienda, Juan Francisco Moreno, sólo estaba en condiciones de ofrecer cuatro o cinco viviendas en otras zonas para trasladar a otras tantas familias de Los Colorines. Tal es la situación que Moreno llegó a decir incluso a los afectados que si tienen conocimiento de otras viviendas sociales que se queden vacías en la ciudad, se lo comuniquen a la Junta a través de la trabajadora social.

El director general ha aportado una lista de solicitantes que han acudido a la Junta pidiendo el traslado, y la asociación de vecinos tiene otra relación. Entre las dos cifras suman más de 50 familias que quieren ser trasladadas, pero ahora hay que cotejar las dos y baremarlas, para determinar quién está en una situación más urgente. En los Colorines hay 198 viviendas.

Según Cabezas el ambiente general del barrio "está enrarecido" y para estos afectados ya resulta "inaguantable". El fin de semana pasado se trasladaron por su cuenta dos familias. Una de las mujeres que se ha marchado había sufrido una agresión el viernes anterior.