En pocas semanas, la Junta de Extremadura dará el visto bueno al nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Badajoz. Previamente, el ayuntamiento pacense tendrá que hacer algunas modificaciones, a las que se refirió ayer el presidente de la Agencia Extremeña de la Vivienda, Javier Corominas.

"Hay algunas imprecisiones que tienen que subsanarse", dijo y añadió que la aprobación dependerá de que estos "temas no complicados" se subsanen. Corominas explicó que existen en el PGOU suelos calificados como no urbanizables a desarrollar, con lo cual, no se activan ahora, pero el día de mañana podrían ser urbanos y en la agencia no están de acuerdo con que estos suelos estén en el plan sin ningún tipo de determinación sobre cuál será su destino. "Nos parece que es injusto que los ciudadanos no puedan saber qué es lo que se pretende, para no encontrarse después con sorpresas de aprovechamientos con los que tengamos problemas", comentó.

En relación a este tema, la concejala de Urbanismo, Cristina Herrera, restó importancia a los asuntos en discordia con la Junta y anunció que en unos días habrá una reunión entre los técnicos. Corominas sí afirmó que "estamos a punto de aprobar el plan".