La plaza Toto Estirado se convertirá en la plaza del mercadillo y la de Nicolás Díaz Pérez será la plaza de los Artesanos, según la Propuesta de Integración y Recuperación del barrio de Los Colorines realizada por la Agencia Extremeña de la Vivienda y expuesta a los vecinos en la sede de la oficina que la agencia tiene en esta barriada.

Desde hace unos días, en esta oficina se exponen en diez planos detallados, a color, la forma en que la Junta pretende reconvertir el marginal barrio de Los Colorines en una nueva barriada con dotaciones y servicios abiertos a toda la margen derecha del Guadiana y al resto de la ciudad, con espacios para quioscos permanentes, terrazas y amplias zonas ajardinadas.

Para ello, el proyecto realizado por la Agencia Extremeña de la Vivienda contempla la ubicación en los terrenos donde estuvo el antiguo colegio de El Progreso (que derribó hace un año la Junta) de una piscina y un polideportivo municipales, un centro de Formación Profesional y un aparcamiento ajardinado.

Además, se propone tirar una línea de bloques de la plaza Toto Estirado, en la parte que da hacia Nicolás Díaz Pérez, con el fin de acercar ambas plazas.

ACTUACION URBANISTICA La actuación se articula a lo largo de una calle adoquinada semipeatonal que será el eje principal del mercadillo del barrio, con módulos que servirán para instalar puestos temporales o bien como plazas de aparcamiento. Las dos plazas surgen a ambos lados de este eje. El tipo de pavimento que se utilizará y su alineación actuarán como unificadores de la actuación urbanística, según se describe en el proyecto expuesto al público.

La plaza de Nicolás Díaz Pérez se encuentra en ligera depresión respecto a la calle principal, mientras que la de Toto Estirado está a un nivel superior, por lo que cada una tendrá un carácter distinto.

La primera plaza se utilizará como extensión del mercadillo, con puestos de artesanía, talleres en la planta baja del edificio frontal y un bar con terraza en la plaza, así como un par de bares en la planta baja del edificio situado más al sur.

La segunda, --la de Nicolás Díaz--, estará centrado en un mercadillo de flores con quioscos permanentes.

El mercadillo de Los Colorines se presenta en este proyecto como un concepto vertebrador de recuperación del barrio, que contará con un gran espacio urbano y las infraestructuras necesarias para el desarrollo de esta actividad comercial, mientras que la plaza denominada de Los Artesanos será de pavimento duro cerrada al tráfico rodado con talleres artesanos en los bajos comerciales.

También se ha previsto una nueva extensión del barrio en dirección a Cuestas de Orinaza con nuevas viviendas de planta baja y jardines en planta.

La forma en que se llevaría a cabo esta actuación y su posterior coordinación con otras administraciones, como el ayuntamiento, se desconoce por el momento, ya que este diario no tuvo respuesta a las preguntas del Gobierno regional.

INSUFICIENTE La Junta no ha consultado con los vecinos a la hora de diseñar esta propuesta, según el portavoz de una de las plataformas vecinales de Los Colorines, Antonio Chacón, quien mostró su desconfianza ante esta iniciativa. "Soy reacio a todo esto, lo que he visto está bien pero por sí solo es insuficiente, si ese proyecto no se acompaña de otras acciones será un dinero tirado", según Chacón.

En su opinión, la Junta se olvida de que el problema no es sólo urbanístico o estructural, sino que son muchas de las personas que viven allí, "de hecho deberían recordar que cuando nos fuimos a vivir allí los primeros el barrio no estaba como está ahora". En este sentido, aseguró que "ya pueden hacer un barrio de oro y lujo en Los Colorines que muchos vecinos no quieren quedarse allí ni atados".

Por su parte, el portavoz de la otra plataforma vecinal, Ricardo Cabezas, reconoció que conocía esta propuesta desde hacía tiempo, que considera positiva y señaló que en su desarrollo participarán arquitectos jóvenes.