Un jurado popular compuesto por siete mujeres y dos hombres emitió ayer un veredicto de culpabilidad contra Miguel Angel Alvarez, por el homicidio de su amigo Pedro Mauro --al que mató de un disparo en la cabeza la madrugada del 16 de marzo del 2003 en el piso donde vivía solo--, y por tenencia ilícita de armas, toda vez que el acusado reconoció ser el autor los hechos que se le imputaban, nada más comenzar la vista oral.

El de ayer fue un juicio curioso e inusual en un procedimiento por la Ley del Jurado, aunque "justo y ajustado a la legalidad", según dijo el presidente de la sala, y lo corroboraron todas las partes. Al inicio de la vista, el fiscal ya anunció el acuerdo alcanzado con la acusación y la defensa sobre la base del reconocimiento de culpabilidad del joven por el crimen imputado.

Miguel Angel Alvarez respondió con concreción a las preguntas del fiscal, que sirvieron de base para elaborar las 14 del veredicto del jurado, y admitió que estuvo en el lugar de los hechos, que hubo una discusión, que tenía una pistola, que si disparaba lo más probable es que lo matara; reconoció ser autor de la muerte de Pedro Mauro, dio su conformidad a: la calificación de homicidio, pena de 10 años y 6 meses de prisión, a 1 año por tenencia de armas, 150.000 euros de indemnización, 5 años de destierro y prohibición de acercase a la familia de la víctima.

DE ASESINATO A HOMICIDIO Tanto la acusación como la defensa asumieron la tesis del fiscal, que cambió su calificación inicial de asesinato, al aceptar que hubo una discusión, hecho que no puede coexistir con la agravante de alevosía, por la de homicidio, con la consiguiente rebaja de las penas, de 20 --22 pedía la acusación particular-- a 10,5, y de aumentar en el caso de la defensa, que inicialmente solicitaba 2 años de prisión.

Cuando ocurrió el crimen, el ahora condenado huyó a Castellón, donde permaneció una semana hasta que volvió y se entregó convencido por su familia. La pistola que utilizó era de su padre, guardia civil. Miguel Angel admitió haber disparado a su amigo en la cabeza y por la espalda durante una discusión.

El fiscal informó al jurado del acuerdo alcanzado y le explicó que sólo tenía en confirmarlo respondiendo a las preguntas que les presentaría el magistrado, como hizo luego, señalando que a cada pregunta debían responder con 7 votos mínimos si era contraria al reo y con 5 si era favorable. El jurado emitió su veredicto cerca de dos horas después de iniciar las deliberaciones a puerta cerrada, en el sentido esperado, de culpabilidad.