Abrir el frigorífico en Madrid y encontrar hortalizas y verduras frescas de la huerta extremeña es algo habitual para las 40 familias a las que abastece un grupo de agricultores de la región, desempleados del tabaco. En sus huertas cultivan berenjenas, zanahorias, judías, cebollas, pimientos y tomates, con los que elaboran cestas que envían a sus clientes madrileños.

La iniciativa, dentro del proyecto Tredar liderado por la Federación Agroalimentaria del sindicato CCOO, en colaboración con el Centro Tecnológico y Agroalimentario de Extremadura (Ctaex) y los ayuntamientos de los municipios cacereños de Tiétar y Carcaboso, ha logrado poner en contacto a estos miniagricultores extremeños, como ellos mismos se autodenominan, con consumidores de Madrid, encontrando así una salida laboral.

Este proyecto lleva dos años en funcionamiento con desiguales resultados en Cantabria, Navarra, Murcia y Andalucía y ahora es el turno de Extremadura, donde se han organizado ya cuatro grupos de consumo, que ofrecen sus cestas de productos agroecológicos a cuarenta familias madrileñas, según explicó el técnico de CCOO, Franco Llobera, durante la jornada de cata de estos productos ecológicos que acogió ayer el Ctaex.

Para poner en marcha este proyecto, 65 desempleados de toda la región han recibido formación agroecológica durante un periodo de 6 meses sobre terrenos de mil metros cuadrados cedidos por los ayuntamientos sin ningún tipo de coste. El sistema utilizado para la venta de las cestas es un contrato semestral suscrito entre el miniagricultor y diez familias, que reciben una cesta de diez kilos con más de cinco productos diferentes cada quince días. Por su parte, el consumidor se compromete a abonar 40 euros mensuales por adelantado, que llegan directamente a la cuenta del agricultor.

"Aunque en el proyecto son cinco productos mínimo, nosotros tenemos hasta once productos diferentes, pero hay veces que en la cesta no puede ir todo", explica Antonio Corrales, uno de los agricultores de Tiétar que participa en la iniciativa.

Ahora están en periodo de pruebas, pero una vez que finalice está previsto la ampliación del grupo con seis miniagricultores de Carcaboso, así como el número de clientes. "Tenemos buenas expectativas, aunque todavía estamos en los inicios", cuenta Daniel Núñez, agricultor de Carcaboso.

Por su parte, Luis Perona, alcalde de Tiétar, considera que el proyecto puede ser una fuente de ingresos y de trabajo para su localidad por las características de la zona y por la cercanía con Madrid. Además recalca que los productos de estos miniagricultores destacan "por su calidad y precio".