"He procurado llegar a la política con la intención de prestar el mejor servicio a los demás, defendiendo los intereses de mi grupo y generando la confianza ciudadana necesaria para gobernar Extremadura lo más pronto posible, con un proyecto muy sólido y muy serio como es el del Grupo Popular". Este es la filosofía y el talante de Leonor Nogales, diputada del Grupo PP-EU. Lleva ya casi tres legislaturas en el Parlamento extremeño y es ahora, portavoz de la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo y Peticiones.

Nogales es una política de vocación y se siente cercana a su profesión porque su marido también estuvo muy ligado a la política municipal emeritense.

Con tan solo 18 años comenzó a trabajar en la Diputación Provincial de Badajoz, tras pasar una oposición libre como auxiliar administrativo, luego estudió enfermería en Mérida y trabajó en el psiquiátrico de la capital extremeña. A principios de los noventa se afilia al PP y entra en la Asamblea a raíz del fallecimiento de un compañero.

En su trabajo intenta que los ciudadanos "encuentren referencias a las demandas que le hacen a los políticos" y se siente una mujer defensora de la igualdad de género. "La mujer trae a la política posturas muy necesarias. Es por eso que me parece muy bien la ley de igualdad y soy abanderada por conseguir la igualdad real".

Durante las dos primeras legislaturas fue portavoz de Sanidad. Es por ello que está orgullosa. "He llevado al parlamento muchísimas iniciativas en todos estos años y he trabajado todo lo que he podido". Además, como portavoz de la Comisión de Peticiones ofrece "la atención de su grupo para cualquier ciudadano que tenga alguna petición".

En lo personal Leonor Nogales se define como "una persona normal, extrovertida, cercana y temperamental". Practica el pádel desde hace años y le encanta Maná, Pasión Vega y Julio Iglesias, aunque escucha de todo. Además, ahora está muy animada, porque hace dos meses dejó de fumar y afirma sentirse "mucho mejor".