Aunque José Antonio Calderón Hermosell trabajaba como chapista en el taller que había abierto con un socio en Santa Marta de los Barros, su verdadera pasión y a la que dedicaba gran parte de su tiempo era la música. "Para él lo era todo", contaba ayer Pedro Hormigo, compañero del colegio y amigo del joven fallecido. José Antonio pinchaba los fines de semanas en discotecas y fiestas "y grababa sus propia música". Su nombre artístico era Dj Chino y hasta tenía un pequeño estudio montado en su casa.

"La música era su sueño", aseguró Pedro. Su muerte ha sido un duro golpe para sus amigos y vecinos. "Era un niño callado y currante", lo definía Chefi Morato, madre de Pedro, quien no podía evitar emocionarse al recordar a Jose Antonio. En septiembre cumpliría 24 años y estaba pensando formar un grupo junto a otros amigos. "Ahora lo estaban empezando a llamar de pueblos grandes para que pinchara", contó Pedro con orgullo.