El proceso para regularizar la situación de los huertos de las pedanías avanza. Según informó el concejal de Poblados, Jesús Coslado, se ha creado una comisión para estudiar la fórmula legal que permita la venta o adjudicación directa de las parcelas de propiedad municipal que ocupan suelo rústico --el 90% de ellas-- a sus usuarios que, a su juicio, tienen "el derecho moral" de conservarlas, a pesar de que no exista ninguna relación contractual con ellos. La previsión del concejal es que, si no surgen contratiempos, la venta esté resuelta antes de que acabe el año.

Caso distinto es el de los huertos familiares que están en suelo urbano, reservado para el desarrollo urbanístico de los poblados. Según Coslado, la situación de estos terrenos y de sus usuarios se abordará más adelante.

En la comisión, que se reúne una vez a la semana, están implicadas la Concejalía de Poblados, la de Patrimonio, técnicos de la delegación de Medio Ambiente, la secretaría general y la asesoría jurídica. De los informes dependerá que finalmente se pueda llevar a cabo la venta directa, como pretende el consistorio, o haya que convocar un concurso abierto, en cuyo caso se tendría tener en cuenta un baremo para puntuar el derecho de adquisición preferente de los actuales usuarios de los huertos.

El precio de las parcelas, según explicó el concejal, lo establece la ley y de las peritaciones de los técnicos resultará su valor final. Coslado aseguró que el ayuntamiento tendrá como referencia el precio mínimo, pues recalcó que la intención del equipo de gobierno no es hacer negocio, sino regularizar la situación de los huertos.

Antes de proceder a la venta de las parcelas se tendrá que llevar a cabo la segregación de los terrenos, en lo que el ayuntamiento se pondrá a trabajar en cuanto se determine de forma definitiva cómo será la venta.

Preguntado por la posibilidad de que los usuarios de los huertos en suelo urbano pudiesen optar a adquirir los que se pondrán a la venta, el concejal señaló que en caso de que quedasen parcelas libres se podría analizar esa opción.

La Coordinadora de los Huertos Familiares, que agrupa a los usuarios de las ocho pedanías, ya planteó al ayuntamiento la necesidad de buscar una solución para las parcelas en suelo rústico que, no obstante, se podrán seguir utilizando hasta que se construya en ellas. Una de las fórmulas que propusieron es que se les de la opción de intercambiar sus huertos por otros en suelo rústico sin uso.

El colectivo también reclamó que se garantizase que tras la venta de los huertos no se pueda cambiar el uso agrícola de estos terrenos. Coslado señaló que este asunto compete a Urbanismo, aunque consideró que no existe necesidad de reservar más suelo para construir.