"¿Alguien sabe qué es la filosofía?", pregunta Ester Cayetano. "Yo lo he oído en la tele, pero no sé lo qué es", responde un niño que, como sus compañeros, no tienen muy claro por qué pasan la mañana del sábado sentados en corro sobre una alfombra en la librería Antón Antón de Badajoz. "¿Alguien sabe decirme a qué habéis venido?" "A jugar". "A pasarlo bien". "A un taller de lectura", responden. Quizá dentro de unas semanas, las contestaciones de los pequeños sean otras.

Ester Cayetano y José Guerra iniciaron ayer un Taller de Filosofía para Niños, basado en el método del filósofo Matthew Lipman. Ya habían trabajado juntos en la biblioteca de San Fernando, José como bibliotecario y Ester como gestora cultural en actividades de fomento de la lectura. El método de Lipman se basa en la lectura comparada de varios relatos filosóficos adaptados para niños para obtener preguntas. Con los textos surgen cuestiones relativas a la identidad, la mentira, la apariencia y qué es el arte. Estos son los cuatro temas que se abordarán a lo largo de las cuatro sesiones que dura el taller, que se desarrolla los sábados por la mañana y que en esta primera experiencia es gratuito.

A partir de estas lecturas, los participantes se hacen preguntas "para intentar buscar la verdad, si es que existe esa verdad e incluso se plantean si es necesario buscar esa verdad", comenta José Guerra. De ahí que el taller se base en la improvisación, "ellos deciden el curso de la investigación". Cada sesión es diferente, "cada niño es diferente", apunta Ester. La primera jornada versó sobre el concepto de identidad y los niños tenían que intentar comprender qué es para ellos su identidad a través de preguntas y respuestas de las que pueden obtener una conclusión. "Lo que hacen es cuestionarse", comenta ella. Los temas que abordarán posiblemente solo los han tratado "muy por encima" en su entorno, por lo que si se les orienta y se les guía "hacen que se pregunten un poco más allá, planteándoles las paradojas que existen". "Intentamos --apunta José-- suscitar en ellos una reacción con los textos que hemos preparado, para que no puedan estarse callados".

El programa está orientado a niños entre 3 a 18 años pero el grupo que se ha planteado en Badajoz es de 5 a 10 años. Más adelante, si tiene continuidad, se ampliaría la horquilla de edad.