Arqueólogo

Lo que me parece impresentable en las quejas de los alumnos de la Facultad de Biblioteconomía es la falta de veracidad de ciertos argumentos y su puesta al servicio de intereses poco presentables ante la ciudad.

Se ha hablado de que la caída de lienzos iba a provocar cualquier día un accidente. ¿De lienzos? En la alcazaba de Badajoz no se ha caído un lienzo desde la época de Ibn Marwan. ¿Habrán querido decir almenas? No sé con qué nota superaron ustedes Historia del Arte, pero no saber distinguir un lienzo de una almena me parece una falta de cultura preocupante en un estudiante universitario.

Pero, culturilla aparte, el argumento se me antoja demagógico dadas las circunstancias. En varias ocasiones una pandilla de mozalbetes asilvestrados ha derribado almenas, pero eso no convierte los estudios de Biblioteconomía en una actividad especialmente peligrosa. Si le tienen miedo, también, a la caída de una almena, pidan a la policía que actúe. Los autores de los derribos son siempre los mismos. No esgriman ese hecho lamentable como un argumento más para justificar lo injustificable.

Digan claramente que no les gusta la facultad de la alcazaba; que ustedes quieren una nueva, aunque sea en el monte, como en Cáceres; que le tienen miedo a todo y que, sobre todo, son ustedes los portavoces no sólo de una parte del alumnado, sino también de un sector del profesorado cuyas concepciones pequeñoburguesas le impiden comprender el esfuerzo que se ha hecho para procurarles una facultad que, con todas sus deficiencias, es un lujo envidiado por mucha gente inteligente.

Sean valientes, enfréntese a la opinión pública y digan la verdad. Ustedes no quieren estar en la alcazaba, ni comprometerse en la recuperación del Casco Viejo de Badajoz. Por supuesto que están en su derecho. Pero mal futuro le espera a esta ciudad si sus universitarios, alumnos y profesores, excepciones aparte, carecen de la sensibilidad precisa para comprender la responsabilidad que les cabe en su desarrollo.