Rafa, Dani, David y Javi. Por ellos parece que no ha pasado el tiempo, o al menos tantos años como han transcurrido para el público que tarareaba sus canciones hace una quincena, que en la actualidad pasa de los 30. Los cuatro integrantes del grupo Hombres G comparecieron ayer en rueda de prensa en un hotel de Badajoz, horas antes del concierto previsto en la plaza de toros.

Aparecieron con el mismo aspecto de siempre, como si no hubiese habido un paréntesis de diez años en su carrera musical. Pero esta vez llegan con la lección aprendida de que si han vuelto ha sido porque el público ha reclamado su presencia y prueba de ello ha sido el respaldo de esta gira, que concluye en España y sigue en Estados Unidos.

IDOLATRADOS

Se creen ídolos, "somos un grupo venerado", decía sin reservas Dani. Y por eso, desde las alturas, el vocalista y alma de Hombres G, David Summer, dijo directamente que las críticas que recibieron entonces y las que puedan dirigirles ahora no les importan lo más mínimo. "Todos los grandes son criticados", se atrevió a afirmar, "los peores son ignorados", remató. Porque según este grupo, todas las críticas que hicieron hace años, a ellos y a sus canciones, tuvieron como único motivo "la envidia". "Te pueden gustar o no nuestras canciones, pero meterte en cuestiones personales es por pura envidia. La gente que nos interesa es la que está con nosotros, porque la que no está, no va a comprar nuestros discos".

Su afán ayer era dejar claro que han acertado en la decisión de volver, pues no sólo se han reencontrado con su público, sino que han conquistado a nuevas generaciones. David Summer contó que, en realidad, el grupo nunca se disolvió, no ocurrió nada para que se disolviera, simplemente dejaron de cantar, porque su trayectoria había sido muy intensa: ocho discos en ocho años.

Nunca dejaron de ser amigos y ahora han decidido que era un buen momento para volver a la carretera a "divertirse". Dicho y hecho. El resultado ha sido una gira exitosa, un disco con temas inéditos en proyecto y otro en directo, que nunca llegaron a hacer.