Las prospecciones con catas arqueológicas que se están realizando en el Fuerte de San Cristóbal para determinar la existencia de restos o asentamientos anteriores a la construcción de la edificación defensiva han arrojado resultados negativos, pues solo hay sustrato natural y la roca madre del cerro, sobre todo en el foso. Eso significa que es cierto que cuando llegaron los franceses, barrenaron y dejaron la piedra descarnada. Sin embargo, en el interior sí han aparecido unas estructuras murarias que posiblemente fuesen de una antigua ermita, aunque aún está por confirmar, según señaló ayer la arqueóloga directora de la excavación, Asunción Labesa, quien señaló que estos restos acaban de aparecer.

La arqueóloga apuntó que en el lugar que ocupa el fuerte "se supone" que existió un palacio, del que no existe documentación, mientras que sí se dispone de información gráfica sobre la existencia de la ermita.

Las excavaciones se iniciaron hace cuatro semanas y se prolongarán durante mes y medio. Durante estas jornadas de trabajo se han realizado todas las catas del foso de Fuerte y del revellín y ahora se están haciendo las del interior. Según explicó la arqueóloga, se han encontrado piezas de cerámica pero no son "nada determinantes" y algunas balas. Como curiosidad, en todo el espacio del fuerte hay multitud de agujeros de los buscadores de metales y todos los días hay que rebalizar las catas porque entran personas ajenas a las excavaciones. La semana pasada uno de los operarios recibió una pedrada en la cabeza.

Los trabajos arqueológicos fueron visitados ayer por la directora general de Patrimonio de la Junta de Extremadura, Pilar Merino, y el concejal de Proyectos Estratégicos, Francisco Javier Fragoso, junto con el de Urbanismo, Celestino Rodolfo, y la de Turismo, María José Solana. Fragoso informó de que no se ha podido adjudicar aún la obra de rehabilitación, pero espera que se pueda hacer en los primeros días de enero. El retraso se debe, según explicó, a que varias de las propuestas presentan ofertas desproporcionadas (bajas temerarias) y las empresas tienen que explicarlas. Los trabajos arqueológicos se adjudicaron a la empresa Alamut.

Según Fragoso el fuerte de San Cristóbal está "relativamente bien conservado, no porque nadie lo haya conservado sino porque el tiempo lo ha respetado". La arqueóloga se expresó en iguales términos. Fragoso defendió que la rehabilitación que se pretende llevar a cabo, y que debe estar culminada antes del 30 de junio porque se financia con fondos europeos (del proyecto Baluartes), "no es caprichosa sino muy respetuosa con el patrimonio" por lo que están dispuestos a adaptar en cualquier momento el proyecto a los elementos que aparezcan que sean "dignos de conservar". Por su parte, Pilar Merino recordó que el proyecto "ha pasado por todos los filtros" de patrimonio histórico.