Las quejas entre los vecinos de los poblados son comunes: la falta de limpieza, la ausencia de autobuses urbanos los fines de semana, así como la carencia de infraestructuras deportivas y para el ocio de jóvenes y la construcción de viviendas son en mayor o menor grado las principales reivindicaciones de las pedanías. Sus representantes vecinales se sienten "abandonados" por la Administración local y levantan la voz para decir que también pagan impuestos.